Los alumnos de Bachillerato que aprueben más de la mitad de asignaturas de 1º no tendrán que repetir el curso entero al año siguiente. Actualmente, los estudiantes en esta etapa repiten el año completo (hasta las aprobadas) si suspenden tres materias. Con la nueva formulación, el alumnado no tendrá que repetir todo: deberá estudiar de nuevo sólo las suspensas y las podrá combinar con asignaturas de 2º.
Así consta en la propuesta que el Ministerio de Educación ha remitido ya a las comunidades autónomas y que ayer presentó en su sede oficial. El proyecto de real decreto por el que se establece la estructura del Bachillerato y se fijan sus enseñanzas mínimas se verá en la Conferencia General de Educación, donde están los gobiernos autonómicos, el 24 de abril.
La actual estructura del Bachillerato -etapa posobligatoria de la enseñanza- conlleva que un estudiante con dos suspensos pueda pasar de curso con las no aprobadas pendientes de recuperar. A los que suspenden tres, se les obliga a repetir el curso entero, incluidas las superadas con un sobresaliente.
La propuesta del Ministerio propone un giro copernicano, da oxígeno a los chavales menos brillantes y pretende no desmotivar al alumnado. Así, los estudiantes que suspendan menos del 45% de las materias de 1º no tendrán echado un candado para empezar algunas de 2º: en vez de repetir todo en su segundo año en el Bachillerato, podrán hacer una especie de curso puente donde tendrán las materias que no aprobaron en 1º y completarán la matrícula con algunas de 2º. Quedará en manos de los centros y las autonomías la manera de articular un modelo que se antoja enrevesado. Los estudiantes cursarán en total en torno a 12 asignaturas por curso. En cuatro años, como mucho, tendrán que haber concluido el Bachillerato.
Para muchos de los alumnos en esta etapa, la novedad despertará un ufff de alivio catedralicio. Para buena parte de los centros educativos, despertará inquietudes por lo que supone de galimatías en la recomposición organizativa. Según explicó Alejandro Tiana, secretario general de Educación, la propuesta pretende «no desincentivar» a jóvenes que ahora ven cómo han de repetir todo 1º por haber suspendido, supongamos, sólo tres; y nace para «introducir a estos estudiantes de posobligatoria en una dinámica de trabajo propia de un etapa posterior». Los bachilleres comulgarán con el nuevo modelo a partir del curso 2008/2009.
Las novedades que llevará el Gobierno a la Conferencia General de Educación del martes próximo van desde la creación de nuevas vías de Bachillerato hasta la formulación de nuevas asignaturas, desde una apuesta por una «mayor flexibilidad» en la elección de las materias hasta un refuerzo de las horas destinadas a las asignaturas propias de cada elección.
Así, los alumnos tendrán que elegir entre las tres modalidades de Bachillerato (y no cuatro): Artes, Ciencia y Tecnología y Humanidades y Ciencias Sociales. Y tendrán dos nuevas asignaturas comunes: Ciencias para el Mundo Contemporáneo y Filosofía y Ciudadanía; la primera, para ahondar en la «formación científica» que han de tener todos los chavales, aunque sean de letras; la segunda, para dar «más peso» a la «filosofía moral y política».
La «flexibilidad» de la que habló ayer el secretario general Alejandro Tiana se refiere a que a los estudiantes se les permitirá contabilizar, entre las seis materias de modalidad requeridas, una que corresponda a una vía diferente de la elegida, y se dan también otras posibilidades para que refuercen su formación con materias de otros campos.
La propuesta ministerial, criticada por el PP, refuerza las horas destinadas a los contenidos mínimos para las materias de modalidad (las que fija el Gobierno para todo el territorio). Fueron 420 con la Logse, eran 450 con la Ley de Calidad y serán 540 de aprobarse el nuevo Bachillerato.