El pasado 3 de octubre se celebró una reunión en Torre Agora, 23 -un edificio del Ministerio de Exteriores-, situado en la calle Serrano Galvache, en la que participaron la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, y el edil de Hacienda, Juan Bravo, junto con un técnico del propio ministerio y la jefa de gabinete de la cartera de Vivienda, María José López. En ese encuentro, el último que se ha mantenido entre la administración central y local a lo largo del pasado año, se acordó la redacción del pliego del concurso internacional de ideas para la elección del arquitecto que construiría el edificio en el PAU de Las Tablas. La propia jefa de gabinete del Ministerio de la Vivienda quedó encargada de este asunto.

Desde el Consistorio aseguran que la propuesta la realizó Zapatero a Gallardón el 7 de febrero del pasado año cuando el alcalde acudió a La Moncloa para presentar al presidente la Ley de Capitalidad. «Dos semanas después se produjo el primer encuentro de las partes para elegir el emplazamiento», precisaron fuentes municipales. Desde la Casa de la Villa se ofrecieron 14 ubicaciones, incluida la de los terrenos de la cárcel de Carabanchel, que son propiedad del Ministerio del Interior. «Exteriores consultó con Presidencia del Gobierno y se acordó construirlo en el norte de Madrid. Rechazaron el suelo del penal», precisaron.

Este periódico se puso ayer en contacto con el Ministerio de Exteriores para conocer su versión de los hechos y si tenían noticias de la propuesta hecha pública por Sebastián. Silencio. Exteriores dio la callada por respuesta.

«Hemos tenido conversaciones con los ministerios del Interior, Exteriores y Presidencia. Se ha trasladado al Gobierno la propuesta y lo consideran interesante. Hay una disposición favorable. Que se cierre este asunto está sujeto a que Sebastián gane las elecciones», precisaban ayer desde la candidatura. Es decir, que aún no está cerrado.

Su versión es bien distinta. Dicen que después de una gran disputa entre Barcelona, Valencia y Madrid, la capital se llevó el gato al agua. En ese instante, el alcalde se mostró partidario de que el edificio se construyese en el norte de la ciudad y Sebastián propone ahora que se haga en el sur para reequilibrar la ciudad.

En lo único que coinciden las dos partes es en que ese centro será un edificio emblemático. Es decir, el «Guggenheim madrileño», tal y como el presidente definió la construcción cuando la ofreció a Madrid. El candidato socialista a la Alcaldía volvió ayer a utilizar esta definición. La importancia del centro residirá, no sólo por lo que representa, sino también tendrá un gran atractivo turístico por lo emblemático que quieren que sea.

La propuesta del PSOE es que el Foro de la Convivencia y de la Paz se levante sobre 33.000 metros cuadrados de los casi 300.000 que tiene el suelo en el que se ubica la cárcel de Carabanchel. Esa instalación contaría con el ya mencionado centro Internacional de la Paz, que ocuparía 15.000 metros cuadrados; el Museo de la Paz, que se erigiría sobre una superficie de 6.000 metros cuadrados, salas de exposiciones y un auditorio y salas de conferencias.

Sebastián se reunió ayer junto con el secretario general de los socialistas madrileños y candidato a la Presidencia, Rafael Simancas, con representantes de las asociaciones de vecinos de los distritos de Carabanchel y Latina para hacerles llegar su propuesta para la prisión. El proyecto socialista convenció a los representantes vecinales. El rival de Gallardón dijo que con la construcción del Centro de la Paz en el sur «serán los del centro de la ciudad los que vengan».

El Ayuntamiento propuso al Gobierno hasta 14 emplazamientos donde construir el Centro para la Paz, entre ellos, el de la cárcel de Carabanchel, pero finalmente acordaron que se construya en el PAU de Las Tablas.

Desde la candidatura de Sebastián se asegura que sólo se ofrecieron los terrenos del norte de la ciudad.