De la fértil imaginación de Piotr Ilich Tchaikovsky surgieron las notas del ballet más famoso del mundo: El lago de los cisnes. La coreografía creada por Marius Petipa y Lev Ivanov le otorgaron a las criaturas aladas la inmortalidad en el universo blanco de la danza. El próximo 13 de mayo los cisnes, por fin, vuelven al agua.
Tamara Rojo y Carlos Acosta, acompañados del Ballet Nacional de Lituania, se posan sobre el estanque de El Retiro en un espectáculo programado para celebrar las Fiestas de San Isidro.
Apenas hacen faltan ornamentos con los que enriquecer aquel hermoso cuadro, que se pintará el mes que viene. Al fondo, el monumento a Alfonso XII, como un abrazo de columnas de piedra y un escenario apagado pintado de noche. Una pasarela acercará el monumento a la tarima, rodeada de agua, donde tendrá lugar la función. El estanque se transformará, por unas horas, en aquel viejo lago de fingida placidez donde volaban los hermosos cisnes sometidos al maleficio del mago Von Rotbart.
La entrada es gratuita. Cuatro mil gradas ocupadas por los espectadores más madrugadores, diferentes lugares desde los que se podrá visionar la función de pie y cuatro pantallas gigantes en cada una de las esquinas del lago, permitirán la visión a unas 22.000 personas.
Lo han bailado mil veces. Sin embargo se puede decir que jamás lo hicieron en un escenario semejante. Los pasos, las piruetas, los saltos de los primeros bailarines del Royal Ballet de Londres, Rojo y Acosta, deben agudizarse más, si cabe, por la húmeda y cercana presencia del agua. «Es un regalo para los madrileños. Una oportunidad inigualable para que acudan a conocer este ballet sin ideas preconcebidas, sin límites», comentó la bailarina española, que lleva desde el año 2000 en Inglaterra, y que actúa como invitada, además, en diferentes formaciones como el ballet del teatro La Scala de Milán, el Ballet de Tokio o el de la Opera de Berlín.
La artista nacida en Canadá pero declarada «madrileña de Chamberí», que recibió el Premio Príncipe de Asturias en el año 2005, reconocía durante la presentación (a la que tanto ella como su compañero de reparto asistieron vía satélite desde Londres) que «como artista uno busca siempre hacer cosas nuevas y ésta, desde luego, lo es».
Por su parte, su partenaire en la función y pareja de baile también en el Royal Ballet de Londres, Carlos Acosta, admitió que es un placer bailar en España, «porque aquí he bailado pero no todo lo que hubiera querido». El artista cubano ha formado parte de compañías como el English Nacional Ballet o el Ballet Nacional de su país.
Sobre el estanque de El Retiro no se verá la versión íntegra del ballet sino el segundo y el tercer movimiento, «acompañados de un breve prólogo y un breve epílogo para que no pierda coherencia y podamos cerrar el círculo», afirmaba Lopia Araujo, la que fuera discípula de Alicia Alonso y que es directora artística del espectáculo.
Araujo que marcha estos días a Lituania reconoció que sólo tendrá un día para celebrar el ensayo general, que tendrá lugar el día 12. El cuerpo de baile lo forman 24 mujeres y 19 hombres, además del brujo, el bufón y la reina madre.
La función quiere recuperar, de alguna manera, el espíritu que poseía el estanque en la época de Felipe II, cuando se empleaba para celebrar espectáculos acuáticos.
Una noche en el lago de los cisnes
. En el estanque de los jardines del Retiro, el próximo 13 de mayo, a las 22.00 horas. Entrada gratuita, previa retirada de invitación en las taquillas del embarcadero.