Miércoles, 18 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6331.
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Cómo dormir sin contar ovejitas
La firma sueca Ikea convirtió ayer la explanada de Nuevos Ministerios en un improvisado centro de relax donde un centenar de madrileños aprendieron a descansar mejor
ANTONIO SANCHIDRIAN

Resulta que vivimos a velocidad de vértigo, descansamos mal y dormimos peor. Y, claro, nada sale a derechas: los políticos toman decisiones equivocadas, los cantantes desafinan y los delanteros de fútbol desaprovechan goles cantados. En un buen reposo, dicen, se encuentra el secreto de una vida plena, sin más achaques de los necesarios. Esto no es un invento: los datos hablan. La firma sueca Ikea -refugio de tantos adictos a los muebles los fines de semana- ha encargado un estudio que asegura que más de 15 millones de españoles tienen problemas de insomnio y que más de siete millones nunca han cambiado de colchón. Y hay más: el estrés general es el principal motivo que impide dormir, las mujeres son las principales afectadas y perjudica cada vez más a jóvenes y niños.

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A la vista de los datos, los cerebros de la empresa sueca decidieron enseñar a los madrileños a vivir en horizontal, al menos por una mañana. Y de paso, ofertar a precio económico su gama de colchones Sultan. Con ese propósito instalaron ayer una veintena de camas en la explanada de Nuevos Ministerios, para invitar a los viandantes a tomarse un respiro consistente en masaje terapéutico, ejercicio de relajación y, para culminar, siesta.

Por la carpa instalada al efecto pasó un centenar de fatigados que experimentaron en primera persona el cursillo acelerado antiestrés. Era el caso de María Victoria, madrileña que pasaba por allí: «He decidido probarlo porque me dolía la cabeza, a ver si se me aliviaba. El fisio ha intentado relajarme lo máximo posible y ahora ando un poco mareada», reconocía inmediatamente después de saltar de su cama. «¡Me ha sabido a poco! ¡Debería durar más!», concluía.

Benito Milano, fisioterapeuta de la Federación Española de Fútbol, dirigía sobre el terreno al equipo de especialistas que ofrecían los masajes en dosis de 15 minutos por cabeza. «Cada usuario nos cuenta sus dolencias particulares y en función de ello le recomendamos la postura que más le conviene». Milano aconseja realizar en casa ejercicios de estiramiento (espalda, glúteos, piernas), no irse a dormir inmediatamente después de la cena y relajarse antes de marcharse a la cama.

De viajar hasta los últimos límites de la relajación sabe bastante Nuria López, quien propuso un ejercicio muy sencillo. «Se trata de dirigir la atención a determinadas partes del cuerpo y relajarlas con el pensamiento. Se empieza por los pies, y se sube hacia el tronco y los brazos para terminar en la cabeza». Se trata de una técnica que proviene de la India y que se realiza al final de las sesiones de yoga. Rafael lo ha sufrido en sus carnes: «Oye, parece mentira pero se relaja uno bastante sólo con la mente», dice sorprendido.

El doctor Eduard Estivill, célebre medico especialista en sueño, observaba la escena. Su mensaje está claro: «El sueño es como una fábrica. Está comprobado que mientras dormimos se producen procesos de recuperación que permiten una buena vigilia, se fabrican hormonas, como la del crecimiento, el cerebro memoriza y se restaura el sistema inmunológico». Ya se sabe aquello de lección dormida, lección sabida.

Un adulto debe dormir aproximadamente siete u ocho horas al día, según estima Estivill (los niños y adolescentes algo más, al contrario que los ancianos). El sueño ocupa nada menos que un tercio de nuestras vidas, un tercio de nuestras vidas sobre una superficie determinada; aquí es donde radica la importancia del colchón. «No hay una superficie ideal. La buena, sea látex o muelles, es la que haga sentir más cómoda a la persona que duerme». Los expertos recomiendan dedicar al menos 15 minutos a probar los colchones de una tienda antes de elegir uno. Escojan bien, que luego pasa lo que pasa.

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