Al ritmo de Hurricane, de Bob Dylan, acaba de renovar su título de campeón de España de los Super Welter, y ya lleva cuatro años con el cinturón. De 26 combates, ha ganado casi 20 por KO. Hace apenas dos semanas, luchó por defender su título en una velada organizada por Tundra Barceló, de donde está saliendo la principal cantera de boxeadores madrileños. Pablo Huracán Navascués además no para de currar. Sin pelos en la lengua, critica la falta de apoyo que tiene este deporte, en otro tiempo mítico en España, y hoy prácticamente ignorado.

Pregunta.- Hace unas dos semanas que defendió su título en una velada en el hotel Convención. ¿Por qué hay tan pocas veladas de boxeo, habiendo tanta afición?

Respuesta.- Porque la Federación Española de Boxeo no funciona. Así de claro, no apoyan al deporte, hay corrupción, no se puede contar con ellos. Hay demasiados intereses.

P.- Pero en España hay campeones.

R.- Sí, pero el boxeo español no llegará nunca a ser lo que se merece hasta que no cambien la federación. Ellos sólo apoyan a quien les conviene.

P.- La corrupción siempre ha ensombrecido al mundo del boxeo...

R.- Y, mientras haya gente como ésta, seguirá siendo así. Ahora mismo sólo ponen veladas de boxeo en Onda Seis, y son los programas de esa cadena los que tienen más audiencia. Por algo será... Imagínate eso en las cadenas de televisión más importantes. Pero no, hoy en día nadie apoya al boxeo.

P.- Usted ha revalidado su título de campeón de los Super Welter y lo mantiene desde hace cuatro años. ¿Ahora qué?

R.- Volvemos a lo mismo: yo me presentaría al campeonato de Europa, a luchar por ser campeón, pero no puedo sin el apoyo de la federación.

P.- ¿Por qué?

R.- Porque para ser aspirante a un título primero tienes que pelear con mucha gente. Entonces vas subiendo puestos en el ranking, hasta que puedes pelear y ganarlo. Yo gané el de España y lo mantengo, y por eso estoy entre los 10 primeros boxeadores de Europa. Pero al campeón no le interesa pelear con el número 10.

P.- ¿Y cómo sube puestos en Europa?

R.- Por ejemplo, al acabar de revalidar el título se supone que la federación española debería apoyarme para que subiera puestos, pero en cambio me han bajado...

P.- No hay quien lo entienda.

R.- Al final son todo movidas entre los managers y los de la federación. Al mío, a José Valenciano, no le quieren, y por eso no apoyan a su gente. Pero es una pena, porque hay un montón de chavales que son muy buenos, una generación de campeones, y no tienen oportunidades, nadie hace nada por ellos.

P.- ¿Hay envidias?

R.- Muchas. Antes, el gimnasio Barceló, del que venimos todos y que ahora dirigimos José y yo, era un gimnasio de barrio. Ahora, es un holding de empresas. Tenemos el gimnasio-escuela de boxeo, una marca de ropa deportiva y una empresa de servicios. Y seguimos creciendo, queremos montar más gimnasios.

P.- Ya no es sólo ese deporte que sacaba a los chavales de la calle.

R.- Eso también, pero ahora hay de todo: chavales de la calle, ejecutivos, directores de empresa, actores, periodistas, estudiantes...

P.- ¿Usted fue uno de esos chavales de la calle?

R.- Yo soy de Chamberí, y era un cabrón de mucho cuidado cuando era pequeño. Con 14 años no paraba de meterme en movidas y pegarme por el barrio. Mi hermano mayor me curraba todos los días. Un día me dije: 'Éste ya no me da más', y me metí a boxear.

P.- Conoció a José y dejó de ser cabrón...

R.- Él es como mi padre. Yo tengo a mi padre biológico, pero también a José, que me ha enseñado lo que es la vida y me ha vuelto una persona más seria.

P.- Enseña lo que es la vida, pero el boxeo no da para ganarse el pan...

R.- No, y menos aún con la falta de ayudas que hay. Yo, si en unos años no consigo subir y presentarme al campeonato de Europa, me retiro. Seguiré currando en muchas otras cosas y dando la lata, por supuesto.

P.- No vale sólo con boxear.

R.- Claro, y la cabeza hay que mantenerla ocupada, si no, te vuelves tonto, todo el día pegando y recibiendo, sin nada más.

P.- ¿Lo de Huracán es por Huracán Carter?

R.- Me pasé dos meses en prisión por una pelea en una discoteca en la que yo no participé, sólo que yo estaba allí y me inculparon. Durante esos dos meses, José me escribía y me decía que estuviera tranquilo, que yo era como el Huracán Carter español, y que me pondrían ese nombre cuando volviera a pelear. Después me absolvieron y se demostró mi inocencia, pero me quedé con el nombre.

Origen. Madrid, 29-09-1975. 69 kilos. Currículo. Lleva peleando como profesional del boxeo desde el 99, y desde hace cuatro años es campeón de España de la categoría Super Welter. Antes de eso practicó full contact, pero lo cambió por el boxeo. Además, es empresario y codirector del gimnasio Barceló. Aficiones. «Leer cuando puedo, comer bien, y disfrutar de estar con mis amigos y mi familia». Debilidades. «Mis dos niños. Uno tiene dos años y el otro un mes, nació 12 días antes de mi último combate». Virtudes. «No soy rencoroso». Defectos. «Tengo mala leche. Tardo mucho en enfadarme, pero cuando lo hago, tengo un pronto muy malo».