M. TERESA BENITEZ DE LUGO. Especial para EL MUNDO
GINEBRA.-
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, lanzó ayer, en Ginebra, un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que aumente la ayuda destinada a los cuatro millones de refugiados y desplazados internos que actualmente huyen de la violencia y de los conflictos étnicos que sacuden Irak.
Durante la primera conferencia internacional organizada por ACNUR sobre este tema, Guterres declaró que no se trata sólo de prestar ayuda económica o técnica sino que hay que aumentar los posibilidades de asentamiento temporal en los países limítrofes, como Siria y Jordania. Los 500 representantes de los 60 países presentes prometieron incrementar la ayuda económica a los refugiados y desplazados iraquíes, pero hasta ahora las únicas cifras concretas vinieron de Estados Unidos, que entregará 18 millones de dólares, el propio Irak que desbloqueará 25 millones de dólares suplementarios, Francia y Alemania que darán cada una dos millones de dólares.
ACNUR, por su parte, advirtió que la petición de fondos de 60 millones de dólares lanzada este año para socorrer a los refugiados y desplazados iraquíes aún no ha sido completada y que ésta es sólo una gota en el oceáno porque los recursos que necesita el país para cubrir las necesidades de los civiles se elevan a miles de millones de dólares.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió en un mensaje de vídeo dirigido a los participantes de la conferencia que los países vecinos mantengan las fronteras abiertas y no recurran a la solución del retorno forzoso. «Este drama no va a resolverse solo», añadió el máximo representante de la ONU.
Hoshyar Zebari, ministro de Exteriores de Irak, presente en el encuentro, se mostró optimista respecto a la situación de violencia por la que atraviesa su país y afirmó que «no hay que dar demasiado crédito a las imágenes transmitidas por los medios de comunicación ya que el país va mejorando. Es un proceso que avanza y hay que tener un poco de paciencia», señaló.
Según ACNUR, unos 50.000 iraquíes abandonan mensualmente el país empujados por toda una serie de penurias que empiezan en la inseguridad y terminan con los problemas de empleo. Unos dos millones se encuentran refugiados en Siria y Jordania, sin que las autoridades reciban apoyo internacional, y alrededor de 1,9 millones se encuentran desplazados dentro del país.
«Cuatro millones de iraquíes están pendientes de nosotros, sus necesidades son evidentes lo mismo que la obligación moral de la comunidad internacional en socorrerlos», afirmó Guterres.
|