OSCAR BOLANCELL
BARCELONA.-
Los dos responsables de Fecsa acusados por el incendio que el 18 de julio de 1998 se inició en Aguilar de Segarra y que calcinó casi 27.000 hectáreas, descartan completamente que la causa que originó el fuego fuera el desprendimiento de partículas incandescentes de la línia sobre la superficie como consecuencia del mal estado de esta infraestructura eléctrica, tal y como mantienen las acusaciones particulares. Los dos técnicos, que se enfrentan a dos años de prisión cada uno por un delito de incendio por imprudencia grave, aseguraron ayer durante la tercera sesión del juicio, que la línea en cuestión estaba «en perfecto estado» y que en la última inspección que se realizó, justo unas semanas antes del incendio, no se detectó anomalía alguna.
Los imputados explicaron que después de los hechos encontraron la zona donde presumiblemente había comenzado el incendio llena de residuos, concretamente cristales rotos, un bote de pintura, una botella de licor vacía y un neumático de camión, pero aseguran que estos restos no estaban cuando unas semanas antes se llevó a cabo la revisión de la línea.
A preguntas del letrado de la acusación particular que representa el Ayuntamiento de Aguilar, el jefe de mantenimiento de Fecsa, Francesc A. L. afirmó que si estos restos hubieran estado cuando se hizo la inspección se hubieran retirado, a pesar que no es responsabilidad de la compañía. El imputado atribuyó los cristales de aislamiento a una línea de telefónica que cruzaba por debajo de la eléctrica y que quedó calcinada por el incendio. En cuanto a los otros residuos, el procesado indicó que pertenecían a personas que acceden hasta la zona buscando intimidad y abandonan basuras.
Fue en este momento, cuando el fiscal de Medio Ambiente, que no acusa a Fecsa, intervino para hacer una serie de preguntas a los dos técnicos de la compañía para demostrar, desde su punto de vista, que aquellos residuos, entre los que había una botella de Calisay, podían ser perfectamente de los dos jóvenes de Puig-reig.
Esta tesis fue arrebatada por la defensa de los chicos. El letrado de Josep Maria F. B. dejó claro que botellas de vidrio abandonadas se encuentran en muchas otras zonas donde hay líneas eléctricas.Además, la defensa quiso desmontar la tesis del fiscal, al preguntar a uno de los técnicos imputados la hora en qué se inició el fuego de Aguilar. Según Francesc A. L. este se inició a les 16.20 del 18 de julio, mientras que el fiscal mantiene que lo hizo la madrugada del 17 al 18.
Los imputados también explicaron que una vez desplazados al lugar donde se originó el fuego hallaron un cable de tierra cortado, que atribuyeron a «gamberros». Una incidencia que, sin embargo, aseguraron no afectó en ningún momento el funcionamiento de la línea ni ofrecía ningún peligro para la vegetación.
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