FRANCISCO NUÑEZ
Al calor del boom inmobiliario y bursátil, Enrique Bañuelos, presidente y primer accionista de Astroc, se ha encaramado en los primeros lugares del ranking de los milmillonarios españoles, incluso por encima de sagas de toda la vida como los Botín, March o Koplowitz. Su fortuna personal, que llegó a superar los 5.000 millones de euros hace unas semanas, se ha visto sensiblemente reducida a unos 1.600 millones por el duro ajuste bursátil.
Nacido en Sagunto (Valencia) y de origen humilde, quedó huérfano a los nueve años tras la muerte de su padre en un accidente laboral. Comenzó su actividad empresarial montando junto a unos amigos una pequeña sociedad que se dedicaba a comercializar miel y productos derivados. A los 25 años, tras concluir la carrera de Derecho, empezó a trabajar en el embrión de la actual Aastroc. Supo aprovechar la Ley Reguladora de Actividad Urbanística, ya derogada, que permitía presentar proyectos para terrenos rústicos, sin necesidad de ser propietario del suelo y que una vez aprobados por la Comunidad Autónoma se convertían en urbanizables. Su primer padrino político fue José Cataluña, vicepresidente de Bancaja y miembro del PSOE valenciano. Una de sus primeras operaciones fue la construcción de 5.000 viviendas en Canet d En Berenguer.
Hace once meses decidió cruzar el umbral del éxito inmobiliario y sacó Astroc a BolsaA lo largo de este tiempo, ha protagonizado continuos movimientos en la estructura accionarial, como la entrada en el capital de socios de referencia (en ellos Amancio Ortega), que dieron caché a la sociedad y que hicieron que el valor subiera como la espuma.
Bañuelos ha ido vendiendo y recomprando personalmente a estos accionistas relevantes hasta quedarse con la mitad de las acciones de la sociedad, pero sin hacer una oferta pública o una ampliación de capital como consta en el folleto de salida de la OPV.
Todas estas operaciones se han hecho con pacto de recompra y al parecer con compromiso de permanencia. Hace un mes, Rayet decidió salir de la empresa (Bañuelos pagó 40 euros por acción). Con los Nozaleda, que vendieron parte de su participación en enero, tiene un pacto para venderles el 1,68% hasta llegar al 9%, a 45 euros con pacto de permanencia hasta el 31 de julio. Y con Ortega, los expertos dicen que seguro que tiene pacto de recompra.
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