El responsable de la institución supervisora participó en la clausura de la Asamblea General Ordinaria de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (Ceca). Arrancó su discurso destacando los logros del sector en los últimos años, que han permitido «esta favorable evolución de la industria bancaria española». Pero no tardó en desviar la atención hacia el nuevo panorama. «Los dos ajustes que empiezan a percibirse, la mejora del sector exterior y el mayor crecimiento en actividades distintas de la construcción, todavía avanzan con parsimonia, y hasta que tomen el brío suficiente va a costarles compensar íntegramente la desaceleración del sector de la vivienda», explicó.

A ojos del gobernador, las entidades financieras «lo han hecho bien y son un ejemplo». «Pero el mayor riesgo que afrontan es pensar que no es necesario en el futuro seguir manteniendo una tensión reformadora y de buena gestión», advirtió. «Y esta actitud de no caer en la complacencia es mucho más imperiosa si, como parece, el entorno que se avecina va a ser distinto del que se experimentó en el pasado», añadió.

Para cajas y bancos, este nuevo escenario se traducirá en «una suave desaceleración de la actividad crediticia, lo que ya se viene observando a lo largo del presente ejercicio». Según los cálculos del Banco de España, más del 70% del crecimiento del crédito en 2004 tenía su origen en el concedido con garantía hipotecaria. En 2006, esta cifra descendió al 60%. « Si la actividad se muestra menos dinámica y no se toman medidas rápidas por el lado de los costes, las ganancias de eficiencia podrían revertir y los resultados se verán presionados de forma importante a la baja», concluyó.

En el mismo encuentro, el presidente de la Ceca, Juan Ramón Quintás, explicó que las cajas ya están compensando con los créditos a empresas el menor crecimiento del negocio hipotecario. El responsable de la Confederación también ofreció al vicepresidente económico, Pedro Solbes -presente en el ac to- «la máxima colaboración de las cajas en todas aquellas iniciativas que sirvan para reducir el impacto que la hiperregulación está causando en los resultados de las entidades financieras españolas». Quintás reclamó que la regulación sólo sea empleada «cuando resulte necesaria».