Algo tan simple como tomarse un café en un bar resultó ayer casi imposible en los 14 municipios de Cádiz afectados por la amenaza de cierre de la planta de Delphi en Puerto Real.
El seguimiento de la huelga general en estas localidades fue masivo, tanto en polígonos industriales, que permanecieron desérticos, como restaurantes, mercados y comercios. Estos establecimientos amanecieron con carteles pegados en las puertas por los piquetes en los que se informaba del cierre. A la movilización, además, se sumó la decisión de las grandes superficies de no prestar servicios al público.
Tampoco se recogió la basura en estos municipios, a la vez que se supendieron líneas de trenes y se vieron afectados de manera importante los servicios de autobuses urbanos y taxis.
Una jornada sin actividad económica en todos los sectores, en apoyo a la plantilla de Delphi, empresa a la que ayer se refirió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo anunció que ha ordenado a la Abogacía del Estado que se persone en el proceso concursal abierto en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz sobre Delphi para que analice «con lupa» la legalidad de la «posible situación de quiebra» que ha anunciado la empresa. Durante la sesión de control al Gobierno, Rodríguez Zapatero explicó que su prioridad y su compromiso, así como el de la Junta de Andalucía, es exigir a Delphi que mantenga la actividad productiva en Puerto Real y que cumpla el Plan Industrial que firmó con los sindicatos en 2005. «El Gobierno tiene un compromiso firme y decidido con el futuro de los trabajadores y de la Bahía de Cádiz», añadió.
Piquetes y concentraciones
Mientras, en la zona afectada, la mayoría de los comercios no abrieron por voluntad propia o por temor a represalias. Los únicos incidentes se registraron en la cochera de los autobuses de Transportes Generales Comes, donde algunos piquetes, tras quemar contenedores, bloquearon la salida de varios vehículos, según el director de esta empresa, Julio Alvarez. «Desde las 9.00 horas nos fue imposible situar en funcionamiento los autobuses que estaban designados a servicios mínimos, por la presencia de piquetes informativos o a personas que nos impidieron la salida de vehículos de las cocheras».
Los trabajadores se concentraron también ante las puertas de los juzgados ubicados en la antigua Cárcel Real donde se estaban celebrando juicios, logrando que se cerrasen las puertas del edificio tras proferir gritos en los que reclamaban «justicia».
En Jerez, los sindicatos denunciaron que una empresa había amenazado a sus trabajadores con darles de baja en la Seguridad Social si secundaban la huelga y que, en algunos colegios, los profesores habían puesto exámenes para ese día, a lo que se negaron los alumnos.
En El Puerto de Santa María, policías antidisturbios se desplazaron hasta el centro comercial El Paseo donde se había concentrado un centenar de trabajadores de Delphi, ante la posibilidad de que Carrefour abriese por la tarde.
En San Fernando no se registró actividad en los polígonos industriales de Fadricas ni en Tres Caminos. Mientras, en Chiclana tampoco hubo actividad en las grandes zonas industriales.
Grandes empresas de la Bahía de Cádiz como Altadis o Navantia, se sumaron a la protesta. Para el presidente del Comité de Empresa de Navantia en Cádiz, Jesús Gargallo, este conflicto no es algo nuevo para ellos porque «los astilleros sabemos más que nadie lo que significa estar amenazado por una reconversión salvaje». En Rota, los empleados de la Base Naval, también saben de despidos continuos y de pérdidas de puestos de trabajo. Por eso ayer se concentraron a las puertas de las instalaciones militares.
El respaldo a la huelga no sólo se materializó en el cierre de establecimientos y comercios, también en la masiva participación en las concentraciones y manifestaciones que tuvieron lugar en las localidades afectadas.
En la capital gaditana, numerosas personas, entre trabajadores de Delphi, familiares y representantes de diversas formaciones políticas, se concentraron a la una de la tarde ante la sede de la Subdelegación del Gobierno. Un acto que fue aprovechado por los sindicatos para valorar la jornada. El secretario general de CCOO en Cádiz, Manuel Ruiz calificó de éxito «rotundo» la huelga y aseguró que ésta «debe ser un aldabonazo para que la Junta de Andalucía y la Administración comiencen a mirar para la Bahía de Cádiz». Su homólogo en UGT, Pedro Custodio, cree que el éxito se debe a los ciudadanos. «Ha sido un seguimiento masivo», comentó.