DANI CORDERO
BARCELONA.-
Ercros cerrará en los próximos cuatro años cinco fábricas y despedirá a 355 personas, el 16% de su plantilla. Las medidas traumáticas forman parte del plan de reducción de costes que proseguirá la compañía tras haber digerido la adquisición en dos años de Aragonesas y Derivados Forestales, con las que ha conseguido triplicar su facturación desde 2004. Los despidos anunciados ayer, que se realizarán a partir de bajas incentivadas y prejubilaciones, se deben sumar a los 270 que se han practicado desde 2004 a través de tres expedientes de regulación.
Según anunció el presidente de la compañía, Antoni Zabalza, la destrucción de empleos está dentro de la estrategia del grupo químico para mejorar su eficiencia. Antes de conseguirlo, no obstante, Ercros tendrá que invertir 123 millones de euros, una parte de los cuales tendrá como objetivo asumir las indemnizaciones de los trabajadores, que ayer recibieron la noticia con la oposición frontal de sus sindicatos Fiteqa-CCOO y FIA-UGT.
Las cinco fábricas afectadas por las medidas de cierre están ubicadas en Sant Celoni, Monzón, Silla, Catadau y Huelva, que suman 216 del total de los trabajadores afectados. Las otras 14 fábricas sufrirán el resto de las bajas anunciadas ayer, que, en su mayoría se producirán entre 2007 y 2008.
Fuentes de la compañías aseguraron que el cierre de las plantas no afectará a la producción ni a la facturación de Ercros en los próximos años, que se mantendrá por el traslado de producción a otras plantas. Pese a ello, el plan contempla la especialización en las líneas de productos más rentables y el cierre de fitosanitarios, eritromicina, clorato potásico y cloruro potásico.
El complejo de Tarragona, las plantas de Tortosa y Almussafes, y Sabiñánigo se beneficiarán de la nueva disposición de la producción del grupo químico, que se someterá a una ampliación de capital para financiar sus planes en junio.
Zabalza no descartó ayer que el grupo asuma nuevas adquisiciones en los próximos años. Pero de momento, buscará recursos por valor de 144 millones de euros para financiar los despidos, mejorar su eficiencia y reestructurar la deuda, disparada después de la adquisición de Aragonesas, que fue posible gracias parcialmente a un crédito de 60 millones de euros del Instituto Catalán de Finanzas, dependiente de la Generalitat.
Al cierre del pasado ejercicio, la compañía acumulaba una deuda de 256 millones de euros, el equivalente al 70% de su patrimonio neto. Zabalza mostró ayer su intención de que la ampliación de capital le permita acotar en 21 millones esa cifra y renegociar el resto de su deuda para reducir los costes financieros de la compañía. El objetivo es que en 2010 la deuda no supere más del 50% del patrimonio.
Zabalza apuntó que el plan que acomete es una «pausa en el camino para mejorar la rentabilidad», de cara a futuras operaciones. «No tendremos una actitud proactiva, señaló sobre el corto plazo, aunque matizó que «no vamos a ignorar oportunidades que se nos puedan presentar». Los títulos de Ercros cerraron ayer a 0,74 euros, con una caída del 1,33%.
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