Jueves, 19 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6332.
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La preocupación es un juicio que espera las pruebas (Antoine Rivarol)
 ESPAÑA
JUICIO POR UNA MASACRE / Las declaraciones
Un policía hizo cinco copias de la declaración sobre la búsqueda de 'El Chino' el 5 de marzo
Sin embargo, ninguno de estos papeles llegó a manos de los jueces de la Audiencia Nacional
MANUEL MARRACO

MADRID.- Hubo al menos cinco copias firmadas de la declaración policial de la dueña de un Toyota Corolla a la que preguntaron por Suárez Trashorras y Yusef ben Salah, la identidad falsa de El Chino.

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Ninguna de ellas llegó a la Audiencia Nacional. Debido a un «problema informático», la testigo tuvo que volver al día siguiente para declarar de nuevo, esta vez sin referencias a los dos implicados en la compraventa de explosivos. Ésa fue la que recibió el instructor del 11-M.

Ayer declararon los dos policías de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE, especializada en islamismo) que el 26 de marzo de 2004 tomaron la primera declaración desaparecida a Beatriz H.

Según explicaron, la testigo les informó de que seis días antes de la masacre, de madrugada, la Guardia Civil ya le había llamado para preguntarle por el mismo asunto: un Toyota Corolla que acababa de tener un accidente -lo conducía El Gitanillo- y que constaba como suyo. Comprobaron que la matrícula era doblada y le interrogaron por Trashorras y Ben Salah. También le mostraron las multas que un agente había puesto a El Chino -como Ben Salah-, cuando regresaba de Asturias a Madrid cargado de explosivos.

«¿Por qué esa declaración no fue aportada al atestado?», preguntó el abogado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M José María de Pablo. «Lo desconozco. Fue aportada a la instrucción del atestado». El agente confirmó que, además de guardarse el disquete con el que supuestamente hubo problemas, había confeccionado al menos cinco originales de la primera declaración prestada por la propietaria del Toyota.

El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, quiso saber ayer a quién había entregado esas copias, pero el policía no supo aclarárselo. «¿Y usted dice que entregó la declaración impresa?». «Sí». «¿A quién?». «Ese dato en concreto no lo recuerdo».

También preguntó si, cuando por alguna razón se toma una segunda declaración, se hace constar ese dato. «Depende del instructor», fue la respuesta. La otra policía que intervino en la declaración afirmó, a preguntas del fiscal Carlos Bautista, que «sí» se hacía constar. La que se envió a la Audiencia Nacional no refleja que se trata de una segunda declaración. También ella confirmó que hicieron varias copias. El presidente del tribunal quiso dejar constancia de que en el sumario sólo aparece la segunda declaración y las fotocopias aportadas por la testigo, «no así, insisto, la primera declaración».

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