MANUEL SANCHEZ
MADRID.-
No deja de resultar paradójico que el castigo para la prensa durante los cuatro años de oposición del PSOE frente a la mayoría absoluta del PP, que no daba menos de una rueda de prensa al día y dos canutazos, tenga que oír del presidente del Gobierno que tiene que «salir más». Pero así se lo ha comunicado José Luis Rodríguez Zapatero al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que tiene decidido cumplir disciplinadamente con el nuevo encargo del líder.
La noticia tiene su relevancia desde la perspectiva de que una de las grandes incógnitas de esta legislatura es dónde ha estado Caldera estos tres años. Pocos entienden, en el ámbito político, que con una gestión positiva, con unos datos de empleo espectaculares, con el incremento de afiliación a la Seguridad Social y con las leyes aprobadas bajo su titularidad -aunque justo es decir que Vicepresidencia del Gobierno ha estado permanentemente detrás de cada proyecto-, que el que hizo lo más difícil hace cuatro años no pueda hacer ahora lo más fácil. Caldera argumenta que sus asuntos no tienen cabida en la «España mediática», que se ha dedicado a gestionar, que sus actos políticos no se cotizan pese a que los datos están ahí, y que ha cumplido el programa político del PSOE al 100%. Lo que no cuenta, pero todo el mundo percibe, es que también ha habido una cierta apatía o desgana o en superar esos obstáculos. Zapatero, que en toda la legislatura ha mantenido línea directa con su ministro y sigue siendo uno de sus hombres de confianza, ha vuelto ahora a recurrir a él para pedirle más implicación.
Desde hace un mes, a petición del propio presidente, Caldera acude cada lunes a La Moncloa a la denominada reunión de maitines, donde hasta ahora siempre han estado presentes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el ahora ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco.
Zapatero quiere que vuelva a ser uno de sus hombres fuertes de cara a la opinión pública, especialmente para vender las políticas sociales desarrolladas por el Gobierno en esta legislatura. Ni que decir tiene que Caldera, hombre fiel y leal, le ha dicho que sí. Él lo resume en una frase: «Ahora me toca salir más».
El motivo de recuperarlo es que en las encuestas hechas por el partido se vislumbra que los ciudadanos perciben como lo mejor del Ejecutivo sus políticas sociales, especialmente sus dos últimas leyes: la de Igualdad y la de Dependencia.
Por ello, Caldera será también un activo en la campaña electoral de las municipales y autonómicas, y ha visto sus actos públicos multiplicados para el próximo mes. Otros opinan que Zapatero vuelve a recurrir a él para el programa político de cara a 2008, ya que Caldera fue el coordinador del anterior. Fuentes cercanas al ministro lo niegan y aseguran que, en esta ocasión, no le tocará a él.
|