Esta reforma legal permitirá controlar mejor el dinero que perciben las formaciones políticas, y de qué manera se lo gastan. Una de sus novedades consiste en que una misma persona física o jurídica no podrá hacer donaciones anónimas a un partido político por encima de los 100.000 euros al año. Si se trata de fundaciones ligadas a partidos políticos, esa cantidad podrá ascender a 150.000 euros.

Además, los partidos políticos tendrán que pagar a los ayuntamientos el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del que ahora están exentos. También se establecen sanciones más duras para las formaciones políticas que reciban más donaciones de las permitidas por esta ley.

El nuevo sistema de financiación de los partidos políticos podrá ser aprobado por el Pleno del Congreso de los Diputados previsiblemente dentro de tres semanas.