MADRID. - La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso instó ayer al Ejecutivo para que se dirija por los conductos diplomáticos oportunos al Gobierno de Cuba exigiendo la inmediata liberación del sindicalista y opositor cubano Pedro Pablo Alvarez Ramos, condenado a 25 años de cárcel desde abril de 2003 por desafección al régimen.
La proposición no de ley partió del Grupo Popular y finalmente contó con el apoyo de PSOE, ERC y CiU, en tanto que votaron en contra de la misma IU-ICV y el Grupo Mixto.
Alvarez Ramos, de 55 años, fue uno de los 75 disidentes condenados tras la ola represiva desatada por el régimen castrista y conocida como primavera negra.
La propuesta de los populares sirvió para suscitar en la Cámara el debate en torno a la estrategia de acercamiento y diálogo emprendida por el Gobierno en relación con Cuba y que ha conocido su primer capítulo en el reciente viaje oficial del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, a La Habana.
Pese al apoyo que recibió la petición de libertad para el sindicalista opositor, la Comisión no dio el visto bueno a las enmiendas que el PP había añadido a su propio texto y en las que se reclamaba que en todos los encuentros que mantengan las autoridades españolas con las cubanas se haga mención a las violaciones de los derechos humanos y las libertades políticas, se reclame el paso a la democracia pluralista y se exija la liberación de todos los presos políticos, de opinión y de conciencia.
En opinión de los socialistas, ir más allá del caso de Alvarez Ramos sería, en estos momentos, «contraproducente» ya que podría dar al traste con el nuevo mecanismo de diálogo que Moratinos pactó con su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, durante su visita a la isla.
Para la diputada socialista Meritxell Batet, no hay duda de que el régimen castrista es una dictadura; sin embargo, apostó por mantener la interlocución con La Habana porque, de lo contrario, dijo, «la liberación de presos será imposible».
Posición muy diferente fue la mantenida por Gaspar Llamazares (IU-ICV) para quien la petición del PP es un ejemplo más de la defensa que hace este partido de las posturas de EEUU en política exterior.
Para el BNG, los populares sólo buscan una estrategia de «acoso y derribo» al régimen de Castro que propugna, en su opinión, «un modelo social y económico que no puede calificarse de totalitario».
También, ERC, aunque votó a favor de la propuesta, afirmó su «apoyo sin complejos» al régimen cubano.
Apenas unas horas después de la sesión parlamentaria, el titular de Exteriores confirmó públicamente su intención de reclamar la liberación de Alvarez Ramos y «otros presos políticos» en la primera reunión que se mantendrá a finales de mayo en La Habana en el marco del nuevo mecanismo de diálogo político acordado con Cuba.
La pretensión española podría estar ya condenada al fracaso si finalmente las autoridades cubanas mantienen la postura que ya anunció su canciller Felipe Pérez Roque cuando advirtió, en presencia de Moratinos, que la situación de los presos políticos «no está en la agenda» de los contactos que se mantendrán entre Madrid y La Habana.