La intervención del ministro del Interior, ayer, en la sesión de control, no llegó a modificar la estrategia de los populares frente al «pretendido» escándalo organizado en torno al frustrado encargo de reproducción de los formularios del voto por correo en Melilla. Antes y después de que Alfredo Pérez Rubalcaba se «autopreguntara» en el Congreso sobre el presunto pucherazo electoral, la dirección del PP permanecía inalterable en su convicción de que, «por mucho que griten, no van a convertir en un caso de fraude electoral lo que es una manipulación política por su parte».
«Una lección magistral de manipulación política». Ésta fue, precisamente, la acusación más inmediata al término de la intervención del ministro, en boca del único diputado popular por Melilla, Antonio Gutiérrez Molina. Indignado por el cambio de pregunta del ministro -«me consta que el diputado Antonio Hernando tenía otra preparada», dijo- y por «utilizar en sede parlamentaria una grabación judicial», Gutierrez afirmó que «el Gobierno está utilizando todos los resortes, incluido el Parlamento, para acosar al PP de Melilla, habida cuenta de la enorme ventaja que las encuestas otorgan al PP para las próximas elecciones».
Según explicó el diputado, sus sondeos apuntan a una repetición de los resultados en Melilla: 15 diputados del PP, tres del PSOE y siete de Coalición por Melilla, con la que los socialistas comparten oposición.
Los populares no advierten una posible inversión de las mayorías ni un Gobierno de coalición después del 27-M, pero de lo que sí se dicen convencidos es de que el Ministerio del Interior está poniendo trabas en el acceso al voto por correo por el hecho de que en Melilla el del PP «cuadruplica» al del PSOE. Según el diputado, los votantes del PP desplazados «superan siempre los 2.000, mientras que los del PSOE nunca superan los 500».
Este fiel caudal de votos es el que, según fuentes populares, justificó su interés en «facilitar» y «agilizar los trámites». «Tan sencillo», explicaba ayer el presidente del PP de Melilla, Arturo Esteban, a este diario, «como que muchos votantes se acercan a pedirnos impresos para sus hijos, que estudian en las universidades andaluzas, o para ellos mismos, porque el fin de semana del 27-M muchos se desplazan a la Romería del Rocío, en Huelva».
Según el dirigente regional, el partido siempre había gestionado estos trámites solicitando previamente los impresos a la Delegación del Gobierno y a Correos. La diferencia, según aseguró, desmintiendo «categóricamente» al ministro, es que, por «primera vez», Delegación y Correos «nos negaron la posibilidad de recabar más de un formulario por persona».
Esteban, que anunció que presentará hoy una fe notarial de cómo en Madrid y en otros lugares no se ponen límites al número de formularios, añadía que él no conocía la decisión del gerente de hacer un encargo a la imprenta, pero, a la espera de decisiones judiciales, insistía en que el partido respalda el «objetivo» de «facilitar unos impresos» que, en cualquier caso, «iban a ser entregados a la Junta Electoral para su convalidación».
Los populares sostienen que, reproducidos en imprenta o bajados de internet, los impresos no serían votos hasta que la Junta los validara y el propio votante los presentara.