JAIME G. TRECEÑO
El buque insignia de la legislatura municipal, la M-30, necesita más combustible para seguir funcionando. Es decir, que exige más dinero. Hay quien pensaba que a estas alturas del partido las cuentas ya estaban echadas y tan sólo quedaba ponerse el chubasquero para protegerse de las críticas. Pero la lista de gastos aún está abierta. El Ayuntamiento de Madrid aprobará en Junta de Gobierno en las próximas semanas un incremento para 2008 del dinero que el Consistorio ha de aportar a la empresa que gestiona la M-30. Concretamente, un 53,6% más de lo que se asignó presupuestariamente para este año y «un 19% de lo que se tenía previsto», según precisó el concejal de Hacienda, Juan Bravo.
El Consistorio aportó este año 218 millones de euros y tenía pensado destinar para el próximo 281, pero, finalmente, el canon anual será de 335 millones. Hay que recordar que la Casa de la Villa creó la empresa pública «Madrid Calle 30» para construir, gestionar, mantener y explotar la vía durante 30 años. Es decir, que es una forma de evitar un endeudamiento directo del Ayuntamiento. Se crea una empresa pública y todas las operaciones se hacen a través de ella. Posteriormente, «Madrid Calle 30» pasó a tener una gestión mixta, ya que el 20% de las acciones se adjudicaron a manos privadas. Esta empresa necesita de las aportaciones públicas para subsistir, ya que no obtiene beneficios económicos por la explotación de la infraestructura.
Las explicaciones que dan desde la Casa de la Villa para este incremento de la aportación es la misma que daría cualquiera por las obras en su casa: ha habido un gasto superior al previsto. El motivo por el que ya se preveía que la aportación en 2008 a «Madrid Calle 30» sería mayor era porque ya estarían abiertos todos sus tramos de la vía, por lo que se incrementaría el gasto, fundamentalmente por mantenimiento. Pese a tener eso claro, con lo que no contaban era con una modificación al alza de la asignación que ya estaba prevista. «El desvío ha sido de un 19%», precisa Bravo. «La M-30 ha costado tres mil millones y pico», asegura el edil sin dar una cifra cerrada. Este periódico se puso en contacto con el Ayuntamiento para saber si podía garantizar que no se producirían más subidas pero no se pronunciaron. Es más, eludieron ofrecer el dato sobre los intereses que se pagan por los créditos bancarios o sobre el coste final de la vía.
Esta no es la primera vez que Gallardón crea una empresa para financiar obras públicas. En sus años de presidente autonómico creó la empresa pública Mintra para sufragar los costes de la ampliación del Metro al sur de la región. Mintra se encarga no sólo de controlar la construcción del suburbano, sino también de la compra de trenes. De esta forma, la deuda de la infraestructura y el material móvil se queda en las cuentas de la empresa pública y no computa en las arcas regionales. Esto ha sido así hasta el pasado año cuando la Unión Europea no consideró a Mintra como empresa de mercado y su deuda pasó a la Comunidad. La entrada de capital privado en «Madrid Calle 30» impide que su deuda pase al Ayuntamiento.
Ambulancias propias
La empresa mixta que gestiona la M-30 funciona de forma autónoma. Cuenta con sus propios equipos de mantenimiento de la vía e incluso con sus sanitarios y bomberos. «Si hay un accidente no acude el Samur a socorrer a las víctimas, sino las ambulancias de «Madrid Calle 30», aseguró Bravo.
Las empresas que tienen el 20% de «Madrid Calle 30» son Dragados, API Conservación (filial de la anterior constructora) y Ferrovial. Estas tres empresas formaron una sociedad anónima que es la encargada de ofrecer todos los servicios que necesita la vía. La empresa mixta pidió un crédito de 2.500 millones de euros a los bancos Santander, Societe Generale y Caja Madrid para acometer los gastos de la infraestructura. Respecto a la acusación del candidato socialista a la Alcaldía, Miguel Sebastián, de que Gallardón financiará las obras con la instalación de peajes, el Ayuntamiento lo niega.
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