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| La preocupación es un juicio que espera las pruebas (Antoine Rivarol) |
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| Tribunales |
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| El administrador de CPV no tenía ni el graduado escolar |
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| «Sólo sé escribir y leer», dijo el imputado en la estafa de la promotora |
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LUIS F. DURAN
Uno de los dos administradores de la CPV, Francisco Javier García, hijo del principal imputado, confesó ayer en el juicio que se sigue por estafa contra esta empresa que no tenía el graduado escolar, aunque sabe leer y escribir. Esa fue una de las pocas preguntas que contestó García Sánchez, para quien el fiscal pide 16 años de cárcel por estafa y falsedad documental. También contestó que no sufre ninguna incapacidad ni minusvalía que le impida tomar decisiones propias, según Efe. El procesado, uno de los seis acusados por estafar a 2.000 personas que entregaron 37,5 millones de euros a CPV para la compra de viviendas que nunca llegaron a construirse en Sanchinarro, Montecarmelo y Las Tablas, indicó que seguía «fielmente» las directrices y órdenes de su padre, Francisco García Moreno. Su hermano Miguel Angel García Sánchez reiteró que firmó los contratos voluntariamente. «Mi padre no me amenazaba con que si no firmaba me iba a pegar», agregó. El progenitor, Francisco García, insistió en que no se llevó dinero de los clientes de CPV. «No me siento capacitado para engañar a nadie. Es más, si no hubiese habido quiebra se hubiera devuelto el dinero a todos los clientes».
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