QUÉ: Presentación del libro 'Sus mejores sonrisas'
CUANDO: Ayer por la mañana en el Hotel de las Letras
POR QUÉ: Nuria Roca, Laura Sánchez y Nieves Alvarez, tres madres recientes, amadrinaban el acto de presentación
En la percha asomaban colgadas como prendas estivales las sonrisas de los bebés y un estudio publicitario que las reivindica como panacea de la salud materna y de la felicidad infantil. Era la excusa inocente y perfecta para reunir en un mismo acontecimiento a tres de los rostros más bellos del panorama nacional. Vamos, esos que suelen aparecer asociados a las expresiones: «Más guapas» y «España».
Cada una en su estilo, Nuria Roca, Nieves Alvarez y Laura Sánchez, tienen en común la estética, que desborda sobradamente los gustos del ciudadano del siglo XXI, y su maternidad más o menos reciente, que enlaza con el informe publicado por una empresa de juguetes y que se daba a conocer ayer en un céntrico hotel madrileño. Era una reunión informal. Vamos, de vaqueros, camisetas, pocas palabras y muchos flashes. Los objetivos corrían a sus cuerpos y las jóvenes no dejaban de hablar de sus maternidades.
La presentadora Nuria Roca, imagen de la campaña, acaba de ser madre por segunda vez hace escasamente siete meses. La valenciana inicia en breve una nueva andadura profesional al frente del programa Factor X que emite la cadena Cuatro. Una especie de prolongación de OT aunque, al parecer, con la participación de concursantes resabidillos. Roca admitía -lo que le ocurre a cualquier mamá trabajadora- que no es fácil compaginar su profesión con ser madre y que pasa con sus hijos todo el tiempo que puede. «Sería lógico que el mayor, que tiene dos años, pudiera sentir el síndrome de príncipe destronado, aunque parece que aún no ha mostrado ningún síntoma», admitía aliviada la presentadora que, desde que se iniciara en televisión, en 1993, aparcó el desarrollo de su carrera profesional de Arquitectura Técnica.
Se notaba a la legua que la valenciana es más televisiva que sus compañeras de reparto porque emplea la sonrisa hasta la saciedad. Las modelos, acostumbradas a desempeñar el papel de autómata encima de la pasarela, saben que su belleza no requiere la espontaneidad de la mueca, y que ésta, por si fuera poco, favorece la arruga (que dicho sea de paso, los señores de la moda y de la publicidad consideran, no sólo que ha dejado de ser bella, sino que también es vulgar). Así que las dos maniquíes la administran, la conservan y la sueltan en el momento oportuno, como si fuera un guiño de ojos.
La modelo onubense Laura Sánchez, que acaba de tener un hijo con el futbolista del Sevilla Aitor Ocio, considerada en la temporada 2000-2001 la mejor maniquí de la temporada Cibeles, mantendrá siempre la espinita de no haber conseguido desfilar con el gran Yves Saint Laurent, cosa que no sólo hizo Nieves Alvarez en su momento, sino que la madrileña tiene en su haber el récord de desfiles oficiales con el modisto francés que la encumbró como su musa indiscutible. La joven modelo, dentro de este contexto de los niños, sus sonrisas y sus madres, admitía que le resulta extraño llevar a su hijo Adriano a alguno de los parques de su barrio en los que se divertía de pequeña: «Me hace sentir nostálgica y feliz al mismo tiempo».