Sr. Director:

Una de las peores lacras es la causada por los accidentes de tráfico. Cientos de muertos y millones de euros en daños materiales cada año.

El estereotipo del conductor español es el de un individuo indisciplinado y agresivo. Fuera del vehículo puede ser una persona normal, pero dentro se transforma. Parte de este comportamiento es muy nuestro, pero otra parte es inducido por el estado de las carreteras y sobre todo por la ineptitud de nuestras autoridades, que no solucionan el problema del mal estado de conservación, especialmente de las carreteras secundarias; ni la falta de coordinación de quienes llevan a cabo trabajos en las vías, que deberían llevarse a cabo en horas en los que los perjuicios fueran mínimos; ni lo absurdo de que se transija con el hecho de que, en los tramos con tres carriles, el central y el izquierdo estén ocupados, mientras el derecho está libre; ni el anárquico e irracional uso de la señalización de tráfico (a veces la indicación de desvío está situada en un lugar posterior al mismo, por citar un ejemplo).

Es importante la coacción para obligarnos a cumplir la ley, pero no basta con ello. Ni el carné por puntos ni las multas están dando los resultados esperados. La sangría de víctimas persiste.Cumplan ustedes también con sus obligaciones corrigiendo estas deficiencias, que son las que hacen perder los nervios a los conductores y dan lugar a comportamientos que provocan accidentes.Pedro Vergara. Benalmádena (Málaga).

Sr. Director:

Como el director general de Tráfico parece estar un tanto perdido, pues eso y no otra cosa es lo que se puede colegir de su afirmación de que «algo está fallando» tras el rotundo fracaso en la pasada Semana Santa, me permitiré señalarle algunos fallos:

1.- El examen teórico, en lugar de que el futuro conductor conozca las 20 o 30 normas básicas en materia de circulación, parece más bien dirigido a futuros guardias de la Agrupación de Tráfico.

2.- Es demencial que el carné faculte, desde el primer día, para conducir automóviles de cualquier potencia.

3.- La presencia de guardias civiles en las carreteras es más un acontecimiento extraordinario que un hecho habitual.

4.- El prohibir superar en 20 km/h la velocidad límite en la maniobra más peligrosa como es el adelantamiento, si sirve de algo (además de para recaudar más), es para eternizarlos, con el consiguiente agravamiento del peligro que ello conlleva.

5.- Es rotundamente falso que el exceso de velocidad sea el principal responsable de los accidentes con víctimas. Según las estadísticas que anualmente publica la DGT, no llegan al 4% los fallecidos por este motivo, es decir, menos que la mala señalización (5%), dos veces y media menos que el mal estado de la vía( 10%), cuatro veces menos que la velocidad inadecuada, esto es, por debajo de los límites genéricos (16%), y cinco veces menos que las distracciones (20%).

6.- La disminución del margen de tolerancia a sólo 12 km/h (diferencia entre 132 y 120), conlleva el ir más pendiente del velocímetro que de lo que ocurre a nuestro alrededor, saltando de la categoría de «exceso de velocidad» a la de «distracciones», cinco veces más peligrosa.

7.- Según la Asociación Independiente de la Guardia Civil (ASIG) «en el 70% de los puntos elegidos para colocar los radares no se ha producido ningún accidente mortal».

Cabe pues concluir que está fallando la DGT, que ha puesto el grueso del esfuerzo sancionador en combatir el exceso de velocidad, una de las causas que menos víctimas origina. Ricardo Navarro.Madrid.

Sr. Director:

Tras la implantación del carné por puntos y llenar las carreteras de máquinas que disparan flashes a conductores irresponsables que exceden los 132 km/h por las rectas descendentes de las autopistas y cuya sanción se les notifica tres meses después de ser cometida la gravísima infracción, el resultado es que el número de muertos ha aumentado, sobre todo en vías secundarías. En éstas se producen tres de cada cuatro muertos, sin embargo tan solo se instala en ellas uno de cada cuatro radares, curiosa forma de invertir el dinero del contribuyente. El resto se sitúa en puntos blancos, preferentemente rectas con ligero desnivel descendente en las que el más prudente de los padres de familia excede en un 10% la velocidad máxima permitida, la misma que se permitía para los Seat 600 hace 35 años.

Les daré alguna idea que se aplica en otros países de nuestro entorno. Más presencia policial en las carreteras, reducción de los tiempos de atención médica de urgencia tras un accidente e inmediata supresión de puntos negros.

Copien el modelo alemán, el francés, el portugués o el sueco, pero por favor, ya que no pueden conducir por nosotros, copien bien, porque ellos sí están reduciendo el drama humano que cada día se produce en las carreteras. David Javier Saludes. Barcelona.

Falta de pluralidad en la Universidad de Valencia

Sr. Director:

Llevo matriculado cuatro años en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valencia y cada uno de mis intentos durante ese tiempo por consultar EL MUNDO ha sino en vano, ya que no disponían de él en la biblioteca. Me parece triste que un organismo público, plural e independiente como pretende y debería ser la Universidad de Valencia, no tenga en su biblioteca, entre su oferta de periódicos, uno de los dos con más tirada nacional.Iván Ripoll. Correo electrónico.

Sobre la supuesta Barcelona antitaurina

Sr. Director:

Aviso para navegantes: cuando aún faltan dos meses para la corrida del 17 de junio en la Monumental de Barcelona, las entradas ya están agotadas. ¿Lo saben en el Ayuntamiento? Lo digo porque, a lo mejor, en vez de hostigar al aficionado y perseguir el espectáculo, lo que se necesita es construir una plaza más grande. Jesús Gómez Taboada. Tordera. (Barcelona).

Los accidentes de tráfico, el carné por puntos y la DGT