ERASMO Aquella Tamara,
polaca, tan bella, tan despótica, cual la rotundidad de entreguerras de sus cuadros,
impecable, limpio arte nazi antes de que existieran los nazis, bellísima trasgresión
al servicio de la nada. Aquellos ojos turquesa a bordo de un Bugatti, ahora,
en Vigo. Ya octogenaria, se la veía dormitar en los veladores de Cuernavaca. Que
la dibuje la pluma cálida de Raúl Rivero, con Ernesto Lecuona: Para Vigo me
voy. |