Los creadores del robot-cirujano advierten que la aplicación de su invento en humanos no será fácil. «El salto a un prototipo preparado a escala clínica será una meta compleja», explicó. «Este robot todavía se encuentra a años de su uso clínico».
El equipo trabaja en una mejora del manejo del robot sobre la superficie del corazón. Han acoplado un imán al dispositivo, capaz de ser localizado desde el exterior del cuerpo. Además, la información puede volcarse directamente en un controlador informático del movimiento del robot, para que éste se mueva en la posición correcta.
Otros expertos en cardiología no están tan convencidos de que el 'HeartLander' pueda ofrecer ventajas tangibles. «Sin duda es una idea novedosa, pero se necesitará mucho tiempo para verificar su eficacia», asegura Andrew Rankin, de la Universidad de Glasgow. Ya existen métodos no invasivos de conectar los cables de un marcapasos al corazón mediante la introducción de los cables por las venas que fluyen hasta dicho órgano. Los cirujanos han probado también otros sistemas robóticos a mayor escala, que les permiten convertir el movimiento de la mano del cirujano en movimientos más precisos de los brazos de un robot.
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