La información recogida por los investigadores sostiene también que varias de las personas presentadas como avalistas de este partido pertenecieron a Batasuna, han estado vinculados a Segi -organización ilegal que aglutina a las juventudes de ETA- o estuvieron en el origen de plataformas ilegalizadas.

Sin embargo, ANV ha cuidado de que sus representantes, sobre todo los que dan la cara a nivel provincial, no tengan antecedentes llamativos y, aunque su identidad ideológica y de acción con la estrategia de Batasuna resulta evidente a la luz de los informes policiales, también es cierto que éstos no siempre tienen su correspondiente constatación judicial.

La alarma saltó hace unos días cuando fue detectada una inusitada actividad política en una formación, ANV, que si bien fue inscrita en 1977 en el registro de partidos y permanece como una marca legal, hace décadas que había abandonado sus aspiraciones de representación. La coincidencia de sus movimientos con la necesidad de Batasuna de encontrar un modo de presentarse a los próximos comicios provocó que Cándido Conde-Pumpido anunciase una investigación que la incluía, y cuyo fin es comprobar si pretende erigirse en heredera de la formación ilegalizada de un modo similar al ocurrido con el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV).

La dirección de ANV no ha aclarado todavía si va a formalizar sus candidaturas y sostiene que no es el caballo de Troya de ninguna otra formación. Por su parte, Batasuna se dice volcada en las plataformas y desmiente sus conexiones con el citado partido, pero, precisamente por el precedente del PCTV, se ha hecho un esfuerzo por recabar datos.

Las Fuerzas de Seguridad sostienen en un informe inacabado que al menos uno de los representantes del partido dirigido por Kepa Mirena Bereciatua recibe instrucciones, aunque no especifican cuáles, de Batasuna y asiste a los actos de esta formación ilegalizada, como es el caso de la Asamblea Nacional que se celebró hace cuatro días en Alsasua.

A ese acto acudieron en autobuses y -sin ser importunadas- unas 200 personas encabezadas por una docena de dirigentes de la Mesa Nacional y de otras organizaciones ilegalizadas entre quienes se encontraban Joseba Permach, María Jesús Fullaondo y Tomasa Alejandro -dos de las tres mujeres que inscribieron ASB en el registro de partidos-, o Juan María Olano.

Las Fuerzas de Seguridad han aportado, asimismo, un estudio de la trayectoria de las personas que se acreditaron como representantes de esta formación ante las Juntas Electorales Provinciales y Locales del País Vasco antes del pasado día 18.

Sobre Kepa Bereciatua, máximo dirigente de un partido apenas formado, en principio, por una veintena de personas, recuerdan que fue candidato por HB en las elecciones municipales de 1987 y generales de 1989 y que fue interventor de la ilegalizada Euskal Herritarrok en las autonómicas de 2001.

Dos de las personas que aparecen como representantes son Miguel Ugarte Anza -por Guipúzcoa- y Maite Ylarduya Iztueta -sustituta por Tolosa-. Sobre Ugarte consta que fue interventor por el partido Herri Batasuna en 1994 y que frecuentemente visita a los presos de ETA para darles su apoyo. Su nombre quedó registrado en un expediente sancionador elaborado por la Delegación de Gobierno de Aragón, que le acusó de alteración de orden público después de que intentase sublevar a los reclusos del Centro Penitenciario de Daroca. La Ertzaintza también lo tenía fichado por su participación en varios incidentes registrados en el Ayuntamiento de Rentería.

Respecto a Ylarduya, forma parte de la plataforma Gazteria Aurrera, de apoyo a los miembros de Segi-Jarrai y Haika, condenados por delitos de terrorismo. Ylarduya no es la única de los miembros de ANV con simpatías por esta organización. Los datos de las Fuerzas de Seguridad vinculan al que, según consideración de los tribunales, es el semillero de ETA, a Itxaso Arrizabalaga -representante de este partido en Alava-; a Iñigo Vicens Aristi -uno de los asistentes al Gazte Topagune organizado este mes en la localidad navarra de Etxarri Aranaz-, y a Oier Lertxundi -representante por Guernica-, quien hace un par de años fue identificado junto con otros miembros de Segi cuando se disponía a participar en una reunión en Hendaya.

Respecto al resto de los acreditados en distintas localidades en nombre del citado partido, Maria Itziar Gantxegui -por Bergara- fue una de las privilegiadas asistentes al Gudari Eguna celebrado en septiembre del año pasado en un monte próximo a Oiartzun, en el transcurso del cual tres encapuchados, en plena tregua, dispararon tiros al aire y renovaron el mensaje amenazador de ETA.

De Javier Sagastume -también representante por Alava- se aporta que en febrero de 2003 participó en la presentación pública de la plataforma, después ilegalizada, Gasteiz Izan. Maria Isabel Rodríguez -por Balmaseda- estaba vinculada a las antiguas Gestoras pro Amnistía, declaradas ilegales en su día, y Josefina Gernika fue interventora por Euskal Herritarrok en las elecciones autonómicas de 2001.