No se reunieron «con Batasuna», sino que se entrevistaron con «miembros destacados de la izquierda abertzale» y lo hicieron, además, «con el aval de los jueces».
Es lo que ayer sostuvo el líder del PSE, Patxi López, ante el juez que instruye el caso Ibarretxe, en el que está imputado, junto a su compañero Rodolfo Ares, por la reunión que ambos mantuvieron el pasado 6 de julio en un hotel de San Sebastián con tres miembros de la llamada comisión negociadora de Batasuna.
López y Ares construyeron su declaración ante el instructor Roberto Saiz sobre el auto del juez Baltasar Garzón que, antes de que tuviera lugar, «avaló» la celebración de esta controvertida reunión.
A diferencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe, quien en su segundo interrogatorio dejó claro ante el juez que él no distingue entre «izquierda abertzale» y «Batasuna», López y Ares se escudaron ayer en la diferencia que, a sus ojos, existe entre ambos términos.
«No fuimos a esa reunión para mantener una interlocución o negociación política con una formación ilegal», advirtió el líder de los socialistas vascos, antes de acotar que aquella mañana se limitaron a entrevistarse con los representes de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, Rufino Etxeberria y Olatz Dañobeitia. «Personas», añadió, «que no estaban ilegalizadas y que tenían sus derechos civiles y políticos plenamente vigentes».
Los dos imputados socialistas, que se negaron a contestar a las preguntas de la acusación particular, ejercida por las asociaciones cívicas Foro Ermua y Dignidad y Justicia, para «no convertir en un interrogatorio político» su declaración, no tuvieron ningún problema, sin embargo, en responder a las preguntas que les formuló la abogada de Otegi, Jone Goirizelaia.
Aseguraron ante el instructor que la decisión de celebrar este encuentro con Batasuna partió del PSE y no del PSOE y, preguntados sobre si José Luis Rodríguez Zapatero estaba informado de su celebración, apuntaron que «suponían que sí».
Ante el desmarque entre los términos «Batasuna» e «izquierda abertzale» en la declaración de los socialistas, el abogado del Foro Ermua, Fernando García-Capelo, pidió al magistrado que adjunte al sumario una entrevista concedida por López a elplural.com en junio, en la que habla expresamente «de una reunión con Batasuna, y no con la izquierda abertzale». Además, los letrados del Foro Ermua y el de Dignidad y Justicia, José María Ruiz, solicitaron al magistrado que acepte convocar una vistilla con el fin de establecer medidas cautelares contra los cinco imputados de Batasuna en la causa, de modo que no se puedan repetir este tipo de encuentros hasta que no se resuelva si son delictivos o no.
El líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, llegó media hora tarde por el atasco de tráfico que ayer colapsó la entrada a Bilbao. Con la soltura de quien tiene que declarar en la misma causa por tercera vez, hizo ante el instructor del caso Ibarretxe exactamente lo mismo que en sus dos citaciones anteriores: se negó a responder y se limitó a leer un comunicado en el que culpó a la Ley de Partidos de llevarle «ante una Justicia entre comillas».
«No estamos ante un problema jurídico», advirtió antes de prestar declaración, sino que se trata de «un problema político, democrático, de libertades democráticas, de democracia al fin y al cabo».
Prácticamente lo mismo declararon los otros dos miembros de la llamada comisión negociadora de Batasuna citados a declarar ayer, Rufino Etxeberria y Olatz Dañobeitia.