Don Juan Carlos insistió en la necesidad de que la Unión sea «más eficaz» para tener en la escena internacional «un papel cada vez más cohesionado, activo y visible». El discurso del Rey estuvo precedido por otro del presidente del Gobierno, de tono optimista, en el que daba por seguro que el actual debate sobre el Tratado Constitucional de la UE concluirá «con un proyecto ilusionante que ofrezca respuestas a los problemas e inquietudes de los ciudadanos». Zapatero recalcó que en este proceso España apuesta por un texto que no se «aleje demasiado ni desvirtúe» el actual.

Al acto en homenaje a Durao Barroso acudieron cinco ministros y los representantes de todas las instituciones del Estado.