IÑAKI GIL. Enviado especial
TOULOUSE.-
Revuelta estaba ayer a mediodía la parroquia femenina de la Casa de España en Toulouse. Loli, María, las dos Encarnitas, Isabel, María Teresa y sus compañeras de brisca - «somos una docena, jugamos con dos barajas»- posaban con los carteles impresos para la ocasión: «Socialistas españoles en el exterior», decía uno. «Bienvenido, Zapatero», el otro. Ambos con la rúbrica de Europa, PSOE.
Todas iban a ir después al mitin de Ségolène Royal y Zapatero. Aseguraban, coquetas, que no habían ido a la peluquería. Y que los sábados se ponen guapas para el baile. «Para el baile y para ligar» tercia con sorna otro jubilado. Hay que decir que los hijos de nuestros emigrantes -9.000 en la zona consular de Toulouse- pasan de Casa de España. Es ley de vida, están integrados en la sociedad francesa. Y la nueva emigración que trabaja en Airbus -los emigrantes con Visa les llaman los veteranos- tampoco se deja caer por esta modesta casa de dos plantas de la periferia tolosana.
Nuestras paisanas lo tienen claro: «Toda la vida he sido de izquierdas. Pase lo que pase, haga lo que haga. No tengo que reflexionar para votar». Y luego, sin perder la sonrisa una queja: «Pero hay que decir que no hacen nada por nosotros».
Pasamos al interior. Aquí la cosa está más seria. Hay cuatro partidas en marcha de dominó. Así que la mayoría pretexta sordera cuando se acerca el periodista. Aurelio Celaya, nacido en Santander, se presta al diálogo. Llegó en el 39 cuando cayó la República. No va al mitin porque es comunista. Votaría a Ségolène porque «no hay que perder el voto, nosotros no saldremos, no hay que pedir pan donde no lo hay».
La verdad es que el sector masculino estaba algo mosca con Zapatero. Juan Luis, valenciano, 40 años fuera de España, que está de mirón lo explica así: «Aznar prometió dar dinero a los curas y se lo dió. Zapatero prometió que nos arreglaría las pensiones y no lo ha hecho. Durante años mandamos divisas y ahora que somos viejos no nos hacen ni caso».
La desilusión la explica con más precisión Laureano Román, presidente del Consejo de Residentes Españoles que además nos hace el tour de la maison que acoge -en buena armonía- a 10 asociaciones españolas. «Me gusta lo que hace (Zapatero) pero estoy desilusionado porque prometió arreglar lo de la bonificación y no lo ha hecho». Lo de la bonificación es -dicen- que no pueden cobrar pensión por los años que cotizaron en España antes de emigrar.
Laureano informa de que hay 23 comunistas como él al día de cotización. También asevera que las relaciones con los socialistas son estupendas. «En tiempos de Anguita y Felipe eran peor». Juan José Castro, jefe de filas socialista, lo confirma y presume de unos 70 cotizantes socialistas.
Julián no tiene el corazón tan a la izquierda y se declara «desencantado de la política». «Y del fútbol», apostilla tras declararse seguidor del.. Atlético de Madrid.
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