De agredidos a imputados. Así han pasado, por un auto del Juzgado de Instrucción Número 3 de Bilbao, los miembros del Foro Ermua Antonio Aguirre e Iñaki Ezkerra, y el presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, por los incidentes registrados el 26 de marzo ante el Palacio de Justicia de Bilbao.
Ellos habían denunciado las agresiones y amenazas que sufrieron por parte de simpatizantes de Juan José Ibarretxe en su segunda declaración judicial por sus contactos con Batasuna pero el juez, tras desestimar todas sus denuncias menos la de Aguirre, ha decidido ahora que fueron ellos quienes «provocaron», «insultaron», «amenazaron» e incluso protagonizaron «conatos de agresión» contra los manifestantes.
Aquel día, Aguirre -abogado de profesión- recibió una patada en los testículos por parte de un consejero de distrito del PNV -que tuvo que ser identificado posteriormente por las grabaciones de vídeo, ya que la Ertzaintza lo dejó marchar sin tomarle filiación-, y el resto de los miembros de las dos asociaciones que ejercen la acusación particular en el caso Ibarretxe fueron zarandeados e insultados por algunos de los asistentes a la convocatoria del PNV en la puerta del juzgado.
Esa misma tarde, cinco miembros del Foro Ermua y de Dignidad y Justicia presentaron sendas denuncias ante el juzgado de guardia por las agresiones sufridas y contra quien dejó marchar al agresor de Aguirre.
Dentro de las diligencias previas de estas causas, el juez solicitó un informe a la Ertzaintza sobre lo sucedido.
La Policía autonómica lo hizo y defendió en este informe la misma tesis que la portavoz del Ejecutivo vasco, Miren Azkarate, esgrimió el día después de la patada: que los miembros del Foro Ermua y Dignidad y Justicia protagonizaron una «contramanifestación ilegal» y que habían estado provocando.
Con este informe en la mano, el titular del juzgado ha decidido echar para atrás todas las denuncias presentadas por los miembros de los dos colectivos cívicos, menos la de Aguirre, y ha decretado el sobreseimiento libre respecto al ertzaina que no identificó a su agresor. Éste, según sostiene el juez en su auto, no actuó con intención de omitir la persecución de un delito cuando soltó al agresor, sino que «priorizó» su labor de velar por la «seguridad» de Aguirre y sus compañeros.
Al autor de la patada, Alejandro Aranburu Corral, el juez le reputa «una falta de lesiones».
Pero el juez va más allá en su auto, al que ha tenido acceso EL MUNDO: «Del atestado elaborado la Ertzaintza resultan indicios suficientes para imputar a Antonio María Aguirre, Iñaki Ezkerra y Daniel Portero una presunta falta de desordenes públicos prevista y penada en el artículo 633 del Código Penal al hacerse constar en el mismo que el grupo formado por el Foro Ermua y Dignidad y Justicia (...) mantuvo constantemente una actitud de provocación con insultos, amenazas e, incluso, conatos de agresión ante las personas reunidas lo cual alteró el normal transcurrir de la concentración oportunamente comunicada».
Por otra parte, el Foro Ermua presentó ayer un escrito de personación en la causa de la Audiencia Nacional contra Arnaldo Otegi y otros líderes de Batasuna por enaltecimiento del terrorismo por homenajear al etarra Arkaitz Otazua, muerto en un tiroteo con la Ertzaintza en 2003.
Según informó el citado colectivo en una nota, además de solicitar la reapertura de la causa, el Foro Ermua «ha aportado numerosas informaciones periodísticas que acreditan la comisión del delito», informa Efe.