Manuel Conthe, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), envió ayer su carta de renuncia al vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, tras alegar en el Parlamento razones de conciencia.

Según describió, el motivo de su dimisión es que él quería abrir expediente sancionador contra la constructora española Acciona y el grupo italiano Enel por intentar arrebatar ilegalmente Endesa al grupo alemán E.ON. Pero una mayoría de consejeros de la CNMV le dejó en minoría en sintonía con el Gobierno, cuya intención era favorecer a estas empresas.

El responsable del órgano supervisor de los mercados bursátiles españoles calificó de «grave error» que la CNMV no haya expedientado a españoles e italianos y culpó de ello implícitamente al Palacio de la Moncloa a través del vicepresidente del organismo, Carlos Arenillas, y de la directora general del Tesoro, Soledad Núñez. Ambos mantienen vínculos de amistad con el ex director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno -y actual candidato socialista a la alcaldía de Madrid-, Miguel Sebastián, y con su sucesor, David Taguas. Conthe situó precisamente en ambos el foco de las presiones sobre el organismo supervisor que dejará en breve de presidir.

En un elaborado discurso ante la Comisión de Economía del Congreso -en el que citó a Constantin Kavafis, Gabriela Mistral, Lope de Vega e incluso a Martes y 13, entre otros-, Conthe se esforzó en defender el funcionamiento de los técnicos de la institución, frente a la falta de independencia de la cúpula .

Su dimisión es la del máximo responsable de un organismo que debe velar por el juego limpio en el mercado bursátil español, que mueve diariamente 8.000 millones de euros. Obligado por el deber de secreto en las deliberaciones de la CNMV, en ocasiones sólo amagó el golpe contra sus enemigos, pero mostrando que guarda dinamita en el zurrón.

El silogismo.

Según Conthe, la CNMV ha mantenido «una actuación irreprochable» en los intentos de compra de Endesa desde el lanzamiento de la primera Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) hostil de Gas Natural en septiembre de 2005. Entonces, la CNMV recordó a la dirección de Endesa que no debía fomentar la compra de acciones para frenar a Gas Natural.

«Hay algo que nos debiera mortificar a todos los que por unanimidad [incluidos Arenillas y Núñez] aprobamos aquel célebre párrafo, porque es probable que el deseo de E.ON de respetar y, en consecuencia, no comprar ningún paquete de acciones de Endesa, le dejaría año y medio después en desventaja frente a quienes, como Acciona y Enel, primero, compraron paquetes significativos de Endesa y, después, acordaron lanzar una OPA».

Para Conthe, E.ON ha estado en desventaja y, por eso, el 23 de marzo ganó una votación en la CNMV, frente a Arenillas y Núñez, para frenar durante seis meses la contraopa de Acciona y Enel. Aquel día, la CNMV planteó «la premisa mayor del silogismo: el anuncio de una OPA por Enel y Acciona sería contrario a la Ley del Mercado de Valores». Llegó el 26 de marzo y la CNMV lanzó «la premisa menor»: Enel y Acciona habían anunciado una OPA y «desafiaban» al regulador. Por tanto, faltaba «la conclusión lógica del silogismo», la apertura de un expediente sancionador. Llegó el 2 de abril y Conthe lo planteó al Comité Ejecutivo de la CNMV (ver información en página siguiente). Ni siquiera osó ir tan lejos como pedir la retirada de los derechos políticos de Acciona y Enel en Endesa o anular sus compras de acciones. Pero, aún así, aunque ganó inicialmente la batalla en el Comité Ejecutivo, perdió finalmente la guerra en el Consejo, la cúpula de la institución.

«Tras su elogiable advertencia del viernes 23 de marzo, actuó luego como un tigre de papel y se arrugó frente a Enel y Acciona. Su pasividad dejó en la más absoluta indefensión a E.ON (...) dando la razón a quienes piensan que la CNMV es fuerte con los débiles y débil con los fuertes». «A mi juicio, la decisión del Consejo del 2 de abril resquebraja la autoridad moral de la institución».

Solbes, no, pero Moncloa...

Conthe dijo que no quería «poner en duda la honestidad y buena fe de los consejeros que apoyaron no abrir expediente sancionador». Pero, acto seguido, sí insinuó que algunos de ellos no son independientes. Mencionó en primer lugar que la directora general del Tesoro, Soledad Núñez, representante del Gobierno y con voto decisivo, debía haberse abstenido. «Es notorio que el Gobierno estaba en contra de E.ON y a favor de la solución de Acciona y Enel, no hay que acreditarlo», afirmó posteriormente en rueda de prensa. Conthe dijo no haber recibido presiones ni del vicepresidente económico, Pedro Solbes, ni del secretario de Estado de Economía, David Vegara, «que han tenido una actitud realmente impecable e irreprochable».

Pero, «en el caso de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, mis palabras no serían ya tan rotundas». Dijo que en su caso, «han estado dentro de lo que generosamente puede considerarse admisible», en alusión «a conversaciones telefónicas con David Taguas ya al frente de la oficina». Pero otra cosa es Arenillas.

Arenillas y FG.

Para el presidente de la CNMV, antes de las medidas a medio plazo (ver página siguiente) hay que tomar decisiones inmediatas «para restañar las heridas al prestigio de la CNMV». La primera es la dimisión de Arenillas, «porque en su caso no existe apariencia de independencia». Mencionó su matrimonio con la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y, sobre todo, «sus notorios vínculos de amistad y confianza con los dos últimos jefes de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, vínculos que no se han circunscrito siempre al ámbito de lo personal, de la simple amistad o la militancia política, sino que se han trascendido a asuntos concretos en los que Arenillas actuó como vicepresidente de la CNMV».

Puso como ejemplo, la relación entre Sebastián y Arenillas en 2005 a sus espaldas «en que estuvo involucrado un profesional de un medio de comunicación en una triangulación un poco perturbadora». Era una alusión clara a la denuncia de la cadena Ser contra el presidente del BBVA, Francisco González, por presuntas irregularidades en FG Valores. Conthe dijo tener información de otros contactos del dúo Arenillas-Sebastián, y justificó no haber hablado en su momento, porque pensó que era algo puntual. «Ahora lo veo como un precedente», subrayó. Conthe declinó comentar los gastos en cenas del vicepresidente de la CNMV, pero marcó diferencias con él: «¡Ya quisiera yo tener el patrimonio de Arenillas!».

La segunda medida que pidió ayer fue que Núñez se inhiba en el futuro en decisiones que afecten al Gobierno y que el Comité Ejecutivo de la CNMV reabra el caso y expediente a Acciona y Enel.

«El fallo se produjo el 2 de abril cuando el consejo de la CNMV rehusó abrir un expediente sancionador contra Enel y Acciona como le había propuesto el comité ejecutivo».

«Junto a E.ON, la otra gran véctima ha sido la credibilidad y autoridad moral de la CNMV que dejó desamparado al único oferente autorizado y le puso en desventaja frente a Enel y Acciona».

«La buena fe con que actuamos los miembros del Consejo no es incompatible con que nos vieramos influidos psicológicamente por el deseo de que se llegara a esa solución española que había intuido el ministro de Industria».

«La CNMV actuó como un tigre de papel y se arrugó frente a Enel y Acciona»».

«Convendría introducir mejoras en el gobierno corporativo de la CNMV: alargar el mandato del presidente, suprimir el cargo de vicepresidente y suprimir el derecho de voto de los consejeros natos».

«La imagen de independencia no resulta reforzada por los estrechos y notorios vínculos de amistad y confianza que D. Carlos Arenillas ha mantenido con los dos últimos jefes de la Oficina Económica del Gobierno, vínculos que han trascendido a asuntos concretos en los que actuó como vicepresidente de la CNMV».