El presidente de la Comisión Gestora de la Federación Socialista ibicenca, Marià Torres, anunció ayer la «expulsión inmediata» del partido del ex secretario del PSOE en las Pitiusas, Roque López, «por incumplir el reglamento y los estatutos del partido».
Mientras, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, negó las acusaciones de López y anunció que se va a querellar contra él, pese a no haber escuchado su versión ni haberle abierto un expediente.
El jefe de la Gestora, Marià Torres, comentó también que han presentado una denuncia contra el diario EL MUNDO, en la que se acusa a Roque López de ser «la persona que ha entregado las grabaciones, presuntamente ilegales», a este diario.
Marià Torres fue más allá en su peculiar interpretación al añadir que la intención de Roque López es «causar daño a la imagen y honra de determinados cargos del Partido Socialista a cambio, presuntamente, de determinados favores».
El PSOE de Ibiza añade que Roque López «mantuvo una reunión a mediados de mayo de 2006 con el empresario ibicenco [y ex ministro de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de Aznar] Abel Matutes, y con el actual presidente del Consell Insular, el popular Pere Palau». Una reunión a la que también habría asistido el ex secretario de Organización de la FSP-PSOE, Carlos Fernández. Fuentes próximas a Abel Matutes desmienten tajantemente este encuentro y añaden: «Él [Matutes] no tiene nada que ver con esto, y si lo tuviera, estaría encantado, ya que habría contribuido a esclarecer un caso de corrupción que, además, ha manchado la imagen de lo que él más ama, Ibiza. Pero no ha sido así».
Sin embargo, el PSOE olvida explicar por qué en las cintas también aparecen dos miembros del núcleo duro del partido en Ibiza, Josep Marí Ribas y Sandra Mayans, admitiendo sin tapujos la existencia de todo tipo de corruptelas. El propio Marí Ribas, gerente de la empresa mixta que construye Eivissa Centre -51% municipal, 49% Brues- y candidato a la Alcaldía de Sant Josep, relata en las cintas de dónde saldrá «la tajada» de 250 millones de pesetas: «De la venta de los metros sobrantes del edificio de allá, eso es lo que supuestamente tiene que generar unos beneficios en B, que van a ir a parar a los partidos, PSOE y PP». Sin embargo, esta última formación paró el pelotazo de Eivissa Centre en los tribunales.
Además de presentar una denuncia, los socialistas de Ibiza reclaman a los juzgados que «requieran a EL MUNDO para que entregue inmediatamente las grabaciones obtenidas de forma absolutamente ilegal», donde se reproducen «conversaciones que son absolutamente falsas». Un hecho contradictorio, ya que si se dice que las conversaciones se han obtenido de forma ilegal es que se da por hecho que son ciertas, y si son falsas, no se han podido obtener ilegalmente porque serían un montaje.
Los socialistas exigen que los jueces llamen a declarar a Roque López. Mientras tanto, el ex secretario general del PSOE en las Pitiusas rehusó ayer valorar las informaciones. «Ni las confirmo ni las desmiento». Negó estar «escondido, tal y como han afirmado desde el partido». Acto seguido, puntualizó: «Estoy disponible para quien quiera llamarme, aunque no esté en la isla».
Recogiendo información
López añadió a Europa Press que está recogiendo toda la información que se está publicando en torno al presunto caso de corrupción, «con el fin de dar los pasos necesarios cuando llegue el momento, sin precipitaciones de ningún tipo».
López no quiso anunciar si emprenderá acciones judiciales contra los medios que se han hecho eco de declaraciones suyas, ni aclaró si ha sido él mismo quien hizo entrega de las grabaciones. «Tal y como están las cosas», abundó, «es mejor esperar a ver cómo se desarrollan los hechos».
A este respecto, el alcalde de Ibiza, Xico Tarrés, una de las personas que supuestamente acudió a Madrid a entrevistarse con Blanco, aseguró que no tenía necesidad de defenderse: «Al principio dices, pero qué necesidad tengo de aguantar eso y no partir alguna pierna como si jugáramos al fútbol, pero no, al final te das cuenta, pero si parto una pierna me van a echar, y no quiero que me echen, porque quiero ganar estas elecciones».