Lunes, 30 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6343.
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LUCHA ANTITERRORISTA / Diseñó punto por punto la estrategia electoral materializada por la izquierda 'abertzale' / Las directrices se recogen en un documento incautado al 'comando Donosti' que puede facilitar nuevas pruebas
ETA diseñó en agosto la táctica para presentar unas siglas legales «en el último momento»
De Juana Chaos ya da paseos fuera del hospital de San Sebastián con su novia al anochecer
ANGELES ESCRIVA

MADRID.- ETA diseñó en agosto de 2006, paso por paso, toda la estrategia electoral de Batasuna y de la izquierda abertzale para las municipales. La banda planificó, incluso, la opción de presentar un partido distinto «en el último momento» para participar «legalmente en las elecciones» si el Estado impedía, definitivamente, que la formación ilegalizada pudiera acudir con su nombre.

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También propuso las plataformas y la recogida de firmas protagonizada por los miembros de la Mesa Nacional. Ésas fueron las directrices recogidas en un documento titulado Línea política 06/07, que le fue intervenido a José Angel Lerín, el liberado del comando Donosti, desarticulado por la Guardia Civil a finales del pasado mes de marzo.

En el texto, al que ha tenido acceso EL MUNDO, la dirección de la banda realiza lo que denomina «apuntes sobre el momento político» e incluye la situación de crisis que atravesaba en esas fechas el proceso de negociación. En ningún momento descarta la posibilidad de perpetrar un atentado si las cosas no discurren como ella prevé pero, aun así, dedica todo un apartado a diseñar la estrategia electoral de los «próximos dos años».

«El debate sobre los modos de presentarse a las elecciones se llevará a cabo conforme a esos criterios», establece ETA, y expone cuatro posibilidades a las que incorpora las repercusiones que cada una de ellas va a tener social y políticamente.

La primera opción es la de presentarse como Batasuna. «De esta manera, las elecciones marcarán el momento álgido de la batalla contra la ilegalización; si el Estado español no acepta la presentación de Batasuna, habría que organizar el camino de denuncia contra esa decisión, pero la izquierda abertzale iría hasta el final con la sigla Batasuna. Después de las elecciones, la izquierda abertzale continuaría trabajando en nombre de Batasuna en esas instituciones y reivindicando la representación que le corresponde con el objetivo de acumular las fuerzas a través de Batasuna».

La segunda opción es, según ETA, «presentarse como Batasuna pero con el plan B». Es aquí donde propone que la formación ilegalizada «se presente a las elecciones y que ella misma lleve a cabo toda la campaña», y añade: «Si se le niega presentarse, en el último momento sacar una sigla nueva que posibilite participar, legalmente, en las elecciones».

La tercera posibilidad es la de presentar plataformas locales con las que pretende «poner al Estado en un aprieto». La banda defiende tener como punto de partida las plataformas locales creadas en las pasadas elecciones y que «han trabajado durante cuatro años». Su plan era «crear nuevas marcas en los pueblos y presentarlas a las elecciones» y, para ello, «reunir las firmas necesarias para presentar las plataformas utilizándolo como instrumento para activar a los ciudadanos».

«De ese modo, la izquierda abertzale presentará esas elecciones dentro de la coherencia de la línea de los últimos cuatro años y como continuación de la línea política desarrollada», reflexiona.

Finalmente, propone la creación de plataformas locales en los pueblos y dejar que Batasuna, como tal, presente sus candidaturas en las Juntas Generales con el fin de plantear en estas instituciones, «la batalla política de la ilegalización».

Éstas son las directrices marcadas por ETA en agosto, nueve meses antes de la fecha de las elecciones. Pero ya entonces indicaba que había que «preparar a los candidatos» porque «la preocupación de la militancia también es tener candidatos», «representación» e «influencia» en las instituciones.

Durante esos meses, la izquierda abertzale ha ido puliendo las posibilidades, mezclándolas, y adaptándolas para tratar de orillar la ley. Muchas de las manifestaciones públicas y actos de los dirigentes de Batasuna, han seguido casi al pie de la letra las reflexiones realizadas por la organización en su documento: aunque la formación ilegalizada se planteó en un primer momento acudir con su propio nombre, finalmente descartó esta salida.

La sustituyeron por la presentación de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB), un partido nuevo. Es cierto que no se trata de la formación ilegalizada, pero en todo momento los responsables de Batasuna quisieron dejar bien claro que llevaban su impronta y que eran ellos mismos quienes la promovían. No en vano, fue presentado en el Registro del Ministerio del Interior por tres de sus miembros, dos de ellas con cargos de importancia en la Mesa Nacional. Además, en declaraciones realizadas a medios de comunicación, reforzaron esta idea de total identificación entre ASB y Batasuna alegando que era un contrasentido que se les estuviera pidiendo ajustarse a la ley -como decían haber hecho con los estatutos de ASB al acatar la Ley de Partidos y el artículo 6 de la Constitución- si no eran los miembros de Batasuna, personalmente, quienes protagonizaban esa iniciativa.

El tercer paso fueron las plataformas locales cuya intención es «poner al Estado en un aprieto», según el documento intervenido. Como ETA apuntó en agosto, la Mesa Nacional en pleno y el resto de sus militantes han estado recogiendo firmas personalmente en mesas públicas con el fin confeso de realizar una movilización popular que, según sabemos ahora, también fue solicitada por la banda.

ETA proponía la creación de nuevas marcas partiendo de las listas configuradas hace cuatro años y eso es exactamente lo que se ha hecho: casi un 90% de las planchas de estas plataformas incluyen candidatos de las listas ilegalizadas en las pasadas municipales.

El último cartucho para Batasuna es el de Acción Nacionalista Vasca (ANV). Cierto que no son «siglas nuevas» como establecía la dirección de ETA en su segunda opción, pero, tal y como indicó en agosto, es un partido que inicialmente garantizaría la legalidad, ya que es legal, y, a diferencia de ASB, fue presentado «en el último momento», según las indicaciones de la organización.

El hallazgo de este documento podría aportar nuevos datos a la investigación iniciada por el juez Baltasar Garzón y constituir un elemento más para apuntalar un eventual recurso de la Fiscalía o de la Abogacía del Estado contra ANV ante la Sala del 61 del Supremo, en caso de que el Gobierno lo decidiere.

En el caso de Garzón, el magistrado aseguró en el auto redactado el pasado sábado -en el que declinó suspender ANV porque no encontraba «ni el más mínimo indicio» para hacerlo-, que la decisión definitiva quedaba a expensas del hallazgo de nuevas pruebas.

Garzón sostuvo en ese mismo escrito, -recogiendo autos anteriores-, que «la izquierda abertzale no tienen suspendidas sus actividades ad cautelam». Añadía que, para que esto ocurra, «deberá demostrarse que su dirección actual está en manos de ETA, sin que sea suficiente la afirmación retórica de que son los mismos miembros de Batasuna los que ahora asumen la dirección porque, si así fuera, debería demostrarse la vinculación actual de la izquierda abertzale con ETA y esto no está ni acreditado ni probado indiciariamente».


OPCIONES PARA PRESENTARSE

1º. PRESENTARSE COMO BATASUNA

«De esa manera las elecciones marcarán el momento álgido de la batalla contra la ilegalización».

«Si el Estado no acepta la presentación de Batasuna habría que organizar la denuncia de esa situación y llevarla de todos modos a las instituciones».

«El objetivo sería acumular las fuerzas de la izquierda 'abertzale' en torno a Batasuna».

2º. PRESENTARSE COMO BATASUNA, PERO CON PLAN B

«Que Batasuna se presente y ella misma lleve la campaña».

«Si se le niega presentarse, en el último momento sacar una sigla nueva que posibilite participar, legalmente, en las elecciones».

3º. PRESENTAR PLATAFORMAS LOCALES

«El planteamiento y el punto de partida han de ser las plataformas locales creadas en las últimos comicios».

«Desde ese punto de partida crear nuevas 'marcas' en los pueblos». «Poner al Estado en el aprieto de legalizarlas».

«Reunir las firmas necesarias para presentarlas utilizándolas como instrumento para activar a los ciudadanos»

«De ese modo la izquierda 'abertzale' se presentará a esas elecciones en coherencia con la línea política desarrollada»

4º. PLATAFORMAS EN LOS PUEBLOS Y BATASUNA EN LOS 'HERRIALDES'

«Planteando la batalla contra la ilegalización con Batasuna»

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