«He ido a Madrid como alcalde que defiende una relación bilateral entre el Ayuntamiento y el Gobierno». Hereu aseguró que lo que no puede suceder es que un periodo electoral se convierta «en un paréntesis que paralice toda la vida ciudadana». Así que añadió: «Me abstengo de todos los comentarios de los dos últimos días», en referencia a las críticas que ha recibido por parte de los partidos de la oposición e incluso de sus propios socios de gobierno, ERC e ICV-EUiA.

«Por que alguien considere que algo puede ser electoralista no dejaré de hacerlo», advirtió el primer edil de Barcelona en tono firme y casi de enfado. Porque lo importante para Hereu es «llegar a acuerdos efectivos». Y mandó un aviso para navegantes: «Ya me iréis conociendo».

La cesión del castillo, pactada entre el Gobierno y el Ayuntamiento, deroga la proposición de ley que se encontraba en trámite parlamentario, una medida que Hereu tachó ayer de «inútil».

El acuerdo es una orden del Ministerio de Economía y Hacienda por la que «se modifica la cesión al Ayuntamiento de Barcelona del castillo de Montjuïc, para ser destinado a centro de la paz». Porque el castillo ya era del Ayuntamiento desde 1960, cesión que firmó el dictador Francisco Franco, pero que no otorgaba poder alguno sobre la gestión a la Administración local.

Con el pacto, todas las redes de comunicación y los efectos militares deberán abandonar el recinto. «Para atender a las necesidades de la seguridad y defensa nacional, el castillo de Montjuïc seguirá albergando provisionalmente las antenas y las redes de comunicación allí instaladas, así como las dependencias que fije el Ministerio de Defensa como necesarias para el personal militar destinado a su vigilancia y custodia, comprometiéndose las administraciones a encontrar un emplazamiento alternativo para dichas instalaciones en el plazo máximo de tres años». Es lo que se indica en el punto segundo del acuerdo, aunque ayer el alcalde aseguró que tratarán de llevar a cabo esta iniciativa en menos tiempo del previsto.

El castillo alberga el Museo Militar de la ciudad, y a partir de ahora se trabajará para convertirlo en el centro de la paz desde el que se difundirán la cultura de los derechos humanos y el diálogo en la resolución de conflictos. Para tal cometido, se creará un consorcio en el que participarán todas las administraciones implicadas (Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento) y que presidirá el mismo alcalde.

En el acuerdo pactado ayer se especifica, también, que en este centro «ondearán, de conformidad con lo establecido en la ley, las banderas de España, Cataluña, Barcelona y la Unión Europea». Preguntado por este hecho, el alcalde de la Ciudad Condal dijo sentirse «muy orgulloso de que las cuatro banderas ondeen en el castillo» y criticó a «quienes por una bandera no firmarían este acuerdo».

Según comentó ayer el alcalde, la orden ministerial será publicada en el Boletín Oficial del Estado pasado mañana. Para Hereu, con esta medida «histórica», Montjuïc «nunca más será sinónimo de opresión, sino de civismo, ciudadanía y paz».

En la reunión de ayer, Hereu y Zapatero pactaron el plan de gestión integral del litoral, el reconocimiento de la capitalidad de las instituciones culturales y la cesión de una parcela de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en el barrio de Sant Martí.