La famosa cantante declaró durante más de dos horas y media en el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, adonde fue trasladada ayer por la mañana tras pasar la noche en una celda de la comisaría de Málaga. Poco antes de las 19.00 horas, Pantoja salió por la puerta de los calabozos y, protegida por unas gafas de sol y aparentemente tranquila, se dirigió a su chalé Mi gitana, ubicado en la urbanización marbellí La Pera. Su defensa explicó que la cantante se encontraba «aturdida y destrozada» y «no entendía lo que estaba pasando».

La famosa artista podría haber servido a su compañero sentimental, el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, como supuesto testaferro en el blanqueo de dinero procedente de comisiones urbanísticas obtenidas ilícitamente por el ex primer edil del GIL durante su gestión municipal, principalmente entre los años 2002 y 2003. Ésta es la línea de investigación que sigue el juez instructor en coordinación directa con los especialistas en delitos económicos de la Policía.

Según informaron a EL MUNDO fuentes próximas al caso, Torres sigue el rastro dejado por el dinero que Julián Muñoz pudo canalizar a través de la compra venta de bienes inmuebles, nada más iniciarse su relación con Pantoja, antes de la primavera de 2003 y que figuran a nombre de empresas administradas por la tonadillera y personas de su confianza. Las actividades de presunto blanqueo que tendrían a Pantoja como posible cooperadora necesaria se habrían prolongado ya con Muñoz fuera de la Alcaldía, cargo que abandonó en agosto de 2003 tras una moción de censura.

En el punto de mira de Miguel Angel Torres se sitúan especialmente unos terrenos adquiridos por una de las sociedades de Pantoja en la localidad malagueña de Fuengirola, a poco más de 20 kilómetros de Marbella. Es precisamente en dicha localidad donde actualmente tiene arrendado su antiguo restaurante, de nombre Cantora, ahora de comida asiática.

Asimismo se investigan importantes desembolsos de dinero efectuados por sociedades de la artista, o directamente por ella en persona, para adquirir ganado vacuno, concretamente reses bravas. Fuentes del sector taurino admitieron ayer a este diario que en «el mundo del toro se mueve mucho dinero negro».

Anoche, el abogado de Julián Muñoz, Javier Saavedra, anunció que no va a representar a Isabel Pantoja en el caso de la operación Malaya, a pesar de haberla asistido ayer en su detención, ya que, según explicó a Efe, «podría tener posiciones distintas a las de Julián».

La puesta en libertad de la famosa tonadillera se produjo antes de este anuncio, cuando faltaban pocos minutos para las 19.00 horas, después de que sus dos abogados defensores llevaran a cabo una maniobra de distracción para centrar la atención de los numerosos medios de comunicación y decenas de personas que se agolpaban a las puertas del Palacio de Justicia de Marbella. Según relataron sus letrados, la artista se declaró en todo momento «inocente», ya que no tiene ningún «reproche penal» que hacerse.

La defensa de la cantante hizo efectiva la fianza de 90.000 euros impuesta por el juez, dinero traído por una persona cercana a ésta envuelto en un papel de periódico.

Por la mañana, a las 9.48 minutos, Pantoja llegaba sin esposar a los juzgados de Marbella en un coche policial, con gafas de sol y ropa informal. Fuentes de su defensa filtraron poco antes de que comenzara su interrogatorio que estaba «aturdida y destrozada». La comparecencia ante el juez se prolongó por espacio de dos horas y media.

Sobre las 19.13 horas Pantoja llegaba en un Audi azul oscuro a su chalé Mi Gitana, ubicado en la urbanización marbellí La Pera, cercana a Puerto Banús, donde fue detenida sobre las 23.00 horas del pasado miércoles por agentes de paisano de la Udyco: «Estoy muy bien, gracias», fueron las únicas palabras que salieron de su boca, visiblemente emocionada, al llegar a su residencia.

Isabel Pantoja compró al empresario Carlos Sánchez, considerado el maestro de Roca, su chalé de Marbella. Lo hizo cuando ya estaba unida sentimentalmente a Julián Muñoz y la sociedad vendedora de la propiedad era Huracán del Oeste SL.

La compraventa se llevó a cabo a través de la sociedad Panriver 56 SL, en la que figura la cantante como administradora única. Según los datos del Registro de la Propiedad de Marbella, sobre la citada finca de más de 3.000 metros cuadrados pesa una hipoteca a favor de la entidad bancaria Banif SA por importe de 2,4 millones de euros, a los que hay que sumar los intereses ordinarios cifrados en 221.000 euros y más de un millón por intereses de demora.

El precio de mercado de la vivienda supera los tres millones de euros, aunque el entorno de Muñoz aseguró en 2006 que se había adquirido por 1,9 millones de euros, unas cifras que no casan con la realidad.

No hay que olvidar el lujoso apartamento adquirido por la cantante en el hotel Guadalpín en febrero de 2003 en condiciones muy ventajosas, tal y como reconocieron responsables de la promotora Aifos también imputados en el caso Malaya.

En la mañana de ayer también era detenido en Madrid el conocido financiero y corredor de Bolsa Fernando de Salinas, director general en España del banco suizo Picttet. Se le relaciona presuntamente con actividades de blanqueo de capitales al haber servido como supuesto cooperador necesario para que Muñoz lograra llevar a cabo sus fines.

De hecho, dicho magistrado afirmaba categóricamente que Julián Muñoz había hecho llegar a su ex esposa, Mayte Zaldívar, una transferencia de 400.000 euros desde la cuenta de una sociedad radicada en el estado norteamericano de Delaware hasta la sucursal de un banco suizo con sede en Gibraltar.

Fue desde la entidad radicada en El Peñón desde donde el hermano de la antigua pareja del ex regidor, Jesús Zaldívar, hizo llegar los fondos a una cuenta bancaria a nombre de sociedades con las que operan los hermanos Zaldívar y abierta en una sucursal marbellí de Cajamar, cuyo antiguo director está imputado por blanqueo de capitales.