El primer arresto se produjo en una herriko taberna de Bilbao después de que un grupo de radicales tratara de boicotear un acto del candidato del PNV Iñaki Azkuna. La segunda ocurrió en el municipio vizcaíno de Ondarroa, cuando un joven fue detenido por encadenarse a la mesa del alcalde de esta localidad «en nombre de la izquierda abertzale».

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Habían accedido al Consistorio para asistir como público y nadie se lo impidió, a pesar de que entre ellos se encontraban antiguos concejales de Batasuna, como Iñigo Balza o Joseba Ibazeta. Cuando el Pleno dio comienzo, se levantaron, desplegaron sus ya conocidos carteles en contra del «pucherazo electoral y a favor de una solución democrática» y empezaron a corear consignas contra el PSOE, el PP y el PNV.

Antes de que la Policía Municipal los sacara, uno a uno, de la sala de plenos, a los radicales les dio tiempo a repartir pasquines a los miembros de la corporación presentes -entre ellos se encontraba la edil del Partido Popular María José Usandizaga, a quien, hacía sólo dos días, otro grupo de radicales persiguió, acorraló e insultó por las calles de San Sebastián-. En ellos exigían «respeto a la voluntad de los vascos» y que no se constituyan unas instituciones con resultados «antidemocráticos».

Tras el incidente de San Sebastián, en el que no se registraron detenciones, otro grupo de simpatizantes de ANV trató en Bilbao de sabotear un acto electoral del aspirante a la reelección, Iñaki Azkuna. Apenas eran ocho, pero se hicieron notar. Tras desplegar idénticos carteles a los exhibidos poco antes en San Sebastián, los simpatizantes de la izquierda abertzale radical acosaron en la plaza del Karmelo del barrio de Santutxu al alcalde de la capital vizcaína.

«PNV fascista», «Azkuna español» o «Hau al da zure bakea?» (¿Es esta vuestra paz?) figuraban entre sus lemas. Además, poco antes de salir corriendo ante la Ertzaintza, los radicales arrojaron al aire un puñado de pasquines con mensajes similares al de sus consignas y emprendieron la huida hacia la herriko taberna de Santutxu. Allí se produjo la primera detención desde el inicio de la campaña electoral, pese a los numerosos conatos de agresión que han padecido los candidatos de PP, PSE o PNV. Los agentes de la Ertzaintza accedieron al interior de esta herriko taberna para identificar a los saboteadores. Uno de ellos, que se negó a dar su nombre, trató de agredirles, y fue entonces cuando los agentes procedieron a su arresto.

Estos nuevos episodios de acoso se produjeron después de que un grupo de desconocidos incendiara la noche anterior la estación de Renfe de la localidad vizcaína de Ortuella. Al parecer, la rociaron con líquido inflamable y posteriormente le dieron fuego con una bengala.

Por la tarde, otro grupo de radicales increpó a los candidatos del PP de Guecho que repartían propaganda en el barrio de Romo, hostigándoles durante todo su recorrido electoral con insultos hacia ellos y asustando a las personas a las que los populares trataban de hacer llegar su programa electoral.

También ayer la Ertzaintza detuvo a otro joven después de que irrumpiera en el despacho del alcalde de Ondarroa (Vizcaya) y se encadenara a su mesa «en nombre de la izquierda abertzale», según informaron el Departamento vasco de Interior y el Ayuntamiento de esta localidad.

Desde ANV, que hace campaña electoral con absoluta libertad, consideran que este tipo de actos de sabotaje está motivado por lo «anómalo» de estas elecciones.

Arantza Urkaregi, que hasta ahora ostentaba el puesto número dos de la candidatura ilegalizada de ANV a las Juntas Generales de Vizcaya, restó ayer importancia a estos hechos y denunció que ellos también están sufriendo «agresiones». A modo de ejemplo, Urkaregi aseguró que «un grupo de jóvenes» fue «perseguido» el lunes por la Ertzaintza en Barakaldo por «colocar carteles» en favor de ANV. «Sobre agresiones habría mucho que hablar», concluyó.

Pero tal es la intensidad de los actos de acoso que están sufriendo los demócratas en esta campaña que ayer trascendió la noticia de que la Asociación Española de Escoltas (AES) ha realizado una petición expresa a la Dirección General de la Guardia Civil «para que autorice el uso de armas intermedias no lesivas», como sprays, a fin de poder afrontar estas situaciones y proteger a los candidatos.

Sin embargo, ANV y Batasuna siguen adelante con su campaña de acoso al resto de partidos, que compaginan con sus normales actividades de campaña electoral, como el buzoneo de folletos, la convocatoria de ruedas de prensa o la celebración de mítines, incluso en los municipios donde no tendrá una papeleta legal. Así, ayer se conoció también que ANV ha remitido a los partidos los mismos pasquines que ayer entregó en mano a los concejales de San Sebastián. Les pide que no constituyan los ayuntamientos, el Parlamento foral y las Juntas Generales, tras los «resultados antidemocráticos» que se producirán el 27-M por la existencia de la Ley de Partidos.

En términos similares se pronunció el portavoz de Batasuna Pernando Barrena, quien no dudó en calificar estos comicios como «provisionales» y en apuntar la necesidad de que «próximamente» se disuelvan tanto el Parlamento Vasco como el Navarro para que puedan convocarse unas «elecciones libres».