Domingo, 27 de mayo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6370.
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 ESPAÑA
ELECCIONES 27M
El PP busca su primera victoria en siete años y el PSOE ganar poder autonómico
Los 'populares' confían en lograr en Madrid más ventaja por 'el error Sebastián'
FERNANDO GAREA

MADRID.- El PP ve posible cambiar la tendencia y ganar unas elecciones nacionales por primera vez desde hace siete años, cuando logró la abrumadora mayoría absoluta en las generales. Hoy se miden sus aspiraciones y ver si está en condiciones de vencer en las generales de 2008.

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Su objetivo es ser el partido más votado en las municipales y no perder poder autonómico, para mantener la esperanza de que en marzo del año próximo se concrete un nuevo cambio político en España. El PSOE se juega hoy su capacidad de resistencia y busca recuperar el poder en Baleares, Navarra y Canarias.

Hoy están convocados en las urnas 35.263.968 ciudadanos de toda España para elegir a sus representantes en 8.111 ayuntamientos y otros 18 millones de electores en 13 de las 17 comunidades (todas excepto Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla para designar sus respectivos parlamentos.

Las grandes formaciones se juegan eso, pero también se disputan su futuro inmediato. Siempre el partido que ha ganado en votos las municipales ha sido el vencedor en las siguientes generales, y las locales de 2003 adelantaron el inicio del cambio que se concretó el 14 de marzo de 2004, cuando ganó Zapatero y perdió contra pronóstico Rajoy.

Ambos se juegan su futuro personal, porque previsiblemente el que pierda en marzo de 2008 podría ser sustituido como líder y su partido se preparará para afrontar una nueva etapa desde esa fecha. Por eso los dos se han volcado en la campaña.

El PP confía en que la enorme ventaja que puede lograr Gallardón en Madrid desequilibre el dato a su favor y le haga ser esta vez el más votado en municipales, lo que subrayaría el error Sebastián, por la ele- cción del candidato y por su campaña a la desesperada. Así podría el PP proclamar su victoria esta noche, aunque la pérdida de poder en comunidades como Baleares o Navarra desluzca su resultado.

El PSOE está convencido de que el PP puede ser el más votado y admite que ese dato tendrá un efecto placebo -«sustancia inocua que carece de valor terapéutico directo, pero se administra a los enfermos por su efecto sugestivo benéfico», según el diccionario de la Academia- para Rajoy. Si se confirmara que el PP es el más votado en el agregado de todas las municipales, no sólo Rajoy reforzaría su liderazgo, sino que Zapatero perdería sus primeras elecciones nacionales. Ganó las municipales de 2003 y en 2004 las generales y las europeas, pero nunca ha perdido como secretario general del PSOE.

La meta de los socialistas es lograr ganar poder autonómico en Navarra y Baleares, ser el más votado en Canarias -aunque sea difícil gobernar- y dar alguna sorpresa. Su sueño estos días es la Comunidad Valenciana, sobre la que ha recibido en la última semana encuestas tan positivas que hasta han sorprendido a la dirección del partido.

Para quitar importancia al dato de ser el más votado, argumentan que la suma en las municipales del PSOE y el PP está en el 60% de los votos, mientras que en las generales supera el 80%, es decir, que hay casi un 20% de votos con capacidad de decidir que ahora van a otras candidaturas. Los populares han conseguido liderar la campaña y marcar la agenda política, situando en el primer plano la política antiterrorista, casi hasta convertir las elecciones en una especie de plebiscito sobre la política contra ETA. Su mensaje simple y eficaz, reforzado y amplificado con noticias surgidas durante la campaña, ha sido el de la cesión de Zapatero ante los terroristas. El Gobierno ha quedado así a la defensiva y desbordado por los acontecimientos. El presidente ha sido coherente con su idea de que los ciudadanos sabrán diferenciar que se trata de elecciones locales y autonómicas y que el uso del terrorismo en campaña se volverá contra el PP, por eso ha eludido este asunto en sus comparecencias, salvo casos muy concretos.

Cuenta como base con las encuestas que muestran un rechazo de los ciudadanos a la labor del PP y señalan a Rajoy como el líder de la oposición peor valorado. Argumenta que la victoria popular provocará nueve meses de tensión hasta las generales con el terrorismo como centro del debate. En su contra ha tenido el desafío lanzado por Batasuna con una movilización en las calles sin precedentes en campaña. Eso hace que uno de los centros de atención sea el País Vasco, por lo que pueda ocurrir hoy y porque se mide el apoyo a ANV en los lugares donde se presenta. También se especula sobre el futuro de Navarra y sobre si es posible un pacto entre socialistas y Nafarroa Bai, coalición donde se integran partidos vasquistas. Será inevitable que se mida en las urnas la gestión del terrorismo que ha hecho Zapatero y algunas de sus apuestas políticas y personales con algunos candidatos como Miguel Sebastián, Carmen Alborch y Juan Fernando López Aguilar y su propio tirón en León.

Si al PP le va mal, surgirá la sombra de la discusión del liderazgo de Rajoy y si fracasa el PSOE habrá movimientos internos en comunidades como Madrid, donde parte de su estructura tiene más que recelos con los candidatos y sus campañas.

El PP ha logrado movilizar a sus votantes y, por eso, el PSOE ha apelado a la participación frente al adversario. De las comunidades en las que se celebran elecciones, el PP gobierna con mayoría absoluta en La Rioja, Castilla y León, Murcia, Madrid, Valencia y Baleares y con mayoría relativa en Navarra -como UPN y con el apoyo de CDN-. El PSOE tiene mayoría absoluta en Castilla-La Mancha y Extremadura y gobierna con acuerdos en Aragón y Cantabria. En Canarias gobierna Coalición Canaria. En ellas hay que tener en cuenta dos factores: tradicionalmente han sido muy difíciles los cambios de signo en las autonomías y el PP necesita mayorías absolutas para gobernar.

Un efecto colateral: CiU puede ceder casi todo su poder municipal si no gana Tarragona, lo que podría precipitar una crisis interna que se adivina. Otras ciudades con posibles cambios son León, Vigo, Valladolid, Toledo, Vitoria y Alicante.

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