Los ataques se registraron desde primera hora de la mañana, lo que obligó a reforzar la vigilancia policial de los colegios electorales donde estaba previsto que acudieran los representantes políticos. Tanto candidatos del PNV, PP y PSE como de EB/Aralar y EA fueron increpados por simpatizantes de ANV que denunciaron la ilegalización de gran parte de sus listas.

Junto al acoso, varias sedes políticas, como el batzoki del PNV en Guernica, el alkartetxe de EA en Usurbil (Guipúzcoa) o la sede del PP en Llodio (Alava) sufrieron ataques de madrugada, al igual que la Subdelegación del Gobierno en Vitoria.

Además, durante toda la jornada se sucedieron los incidentes en varios colegios electorales cuando diversos votantes intentaron emitir su voto con el carné vasco, el EHNA, prohibido expresamente por la Junta Electoral Central.

El líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, que votó mostrando su carné de conducir y no el DNI vasco, invitó a presentar el EHNA para emitir el sufragio. Otros líderes de la izquierda abertzale también lo intentaron. Así, Pernando Barrena recurrió al carné de conducir tras no ser autorizado a votar con el EHNA, mientras que Tasio Erkizia sí pudo emplear el documento cuando votó en el barrio bilbaíno de Santutxu. En municipios como Hernani, el EHNA sí fue aceptado como documento de identificación.

En numerosas mesas electorales, simpatizantes de ANV intentaron ser admitidos como interventores en municipios donde el partido no contaba con lista autorizada, y lo consiguieron en varias mesas de Bilbao y San Sebastián. En otros casos, los presidentes, tras avisar a la Ertzaintza, rechazaron su presencia.

En varias mesas también se procedió a la retirada de papeletas de ANV al no disponer esta formación de candidaturas autorizadas.

En Navarra, los incidentes también se repitieron a lo largo de todo el día. El más grave se registró en Barañain, donde ha sido anulada la lista de ANV, cuando una treintena de jóvenes intentó acceder a la fuerza a un colegio. La Guardia Civil evitó su entrada y procedió a la identificación de siete de ellos. Horas después, un grupo similar de simpatizantes volvió a intentar el acceso al colegio.

Las situaciones de acoso a los candidatos fueron constantes. El incidente más grave ocurrió en Bilbao contra el coordinador general de Ezker Batua, Javier Madrazo. Cuando acudió al colegio Elejabarri a votar, un grupo de personas le esperaba portando carteles que denunciaban el supuesto «pucherazo» electoral y reclamaban unas «elecciones democráticas».

El grupo acosador se acercó a Madrazo y un abertzale tiró al suelo de un empujón a uno de sus escoltas, lo que obligó a intervenir a los policías municipales y ertzainas presentes.

En San Sebastián, una decena de jóvenes increpó al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, cuando se disponía votar. Imaz fue recibido con gritos y carteles en euskara que reclamaban que se respete «la libertad de los ciudadanos». El grupo le siguió hasta la urna, donde se produjo algún forcejeo con los escoltas.

Otros líderes políticos como el candidato del PNV a la Alcaldía de Bilbao, Iñaki Azkuna; el del PP a la de Vitoria, Alfonso Alonso, y el diputado general de Alava, el popular Ramón Rabanera, sufrieron actos similares.

El PSE fue una de las formaciones que mayor acoso sufrió. Su secretario general, Patxi López; su compañero de partido y presidente del Senado, Javier Rojo; el secretario general del PSE en Vizcaya, José Antonio Pastor, y el candidato a la Alcaldía de San Sebastián, Odón Elorza, fueron algunos de los líderes socialistas que tuvieron que votar bajo acoso. Especialmente tensa fue la situación que vivió Elorza, que llegó a encararse con un joven al que retiró y rompió el cartel que portaba y que le impedía acercarse hacia la urna.

Uno de los pocos líderes políticos vascos, por no decir el único, que no tuvo ayer ningún problema en el momento de votar fue, curiosamente, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, quizá porque fue el más madrugador de todos: a las 9.15 horas depositó su voto en Llodio (Alava), su localidad natal.