El candidato socialista en Navarra, Fernando Puras, no adelantó ayer con quién pactará, pero sí que se ve «como el futuro presidente de Navarra». En la primera comparecencia pública el día después de las elecciones, el socialista no quiso hablar claro sobre alianzas, pero dejó la puerta abierta a UPN además de a Nafarroa Bai. Aseguró, eso sí, que en cualquiera de los casos él se ve como líder del Ejecutivo.
Los nacionalistas ya ofrecieron a Puras hace dos semanas la Presidencia de un nuevo Gobierno de izquierdas en la Comunidad foral, una oferta que ahora vuelve a estar sobre la mesa.
«El PSN lee que la sociedad navarra quiere un cambio y va a hacer esfuerzos para darle forma, lo que hace que me vea como futuro presidente de Navarra», fueron las palabras exactas de Puras, una expresión que cobra un sentido especial teniendo en cuenta que, en el caso de que los socialistas decidieran apoyar a Miguel Sanz, es más que probable que éste, y no Puras, vuelva a ser el jefe del Ejecutivo. Así, cabe interpretar sus palabras como un órdago lanzado hacia el candidato de UPN.
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A pesar de que las votaciones han situado al PSN como tercera fuerza política en Navarra, Fernando Puras se encuentra en el centro de una balanza que podría inclinar el Gobierno hacia el nacionalismo (PSN, Nafarroa Bai e IU) o hacia el centro (UPN, CDN y PSN). Por eso, todos le buscan. Puras fue ayer muy ambiguo. Habló de que «el resultado definitivo no será una mera operación matemática», para poco después volver a sembrar la duda afirmando que su formación tiene «la clara voluntad de liderar un gobierno, pero no a cualquier precio».
En este sentido, explicó que, en el caso de pactar con Nafarroa Bai, él lideraría el Gobierno, y lo justificó sin hacer referencia al pacto propuesto por el candidato de la formación nacionalista, Patxi Zabaleta. Aseguró que las declaraciones recogidas por los medios de comunicación antes de las votaciones -en las que dijo que no gobernaría si se convertía en la tercera fuerza- estaban sacadas de contexto, y aclaró: «No se puede perder de vista que Nafarroa Bai es una coalición de diferentes fuerzas (Aralar, PNV, EA y Batzarre)».
Así, indicó que «no se sabe qué futuro» podrá deparar a estas formaciones y que, a pesar de los resultados, los socialistas siguen siendo la segunda fuerza política en la Comunidad.
Situación complicada
El socialista navarro afirmó que la decisión final se tomará en la Ejecutiva de su partido y no en Ferraz, y reconoció que la situación no es simple. «Los resultados han procurado un equilibrio que requiere de un esfuerzo de todos», expresó.
Respecto a UPN, aclaró que una de las circunstancias que deben estar presentes a la hora de decidir son las «mentiras y patrañas» que, según Puras, han salido de boca de Sanz cuestionando el compromiso del PSN con la identidad de Navarra.
Los primeros en tender la mano a Puras fueron los actuales socios de gobierno, UPN y CDN, que emplazaron a los socialistas navarros a no ser «una sucursal de la política de pactos de Zapatero» y a ser responsables con la trayectoria histórica del PSN, que siempre ha defendido a Navarra como comunidad diferenciada dentro del marco constitucional.
UPN no perdió el tiempo y ayer mismo por la mañana mantuvo una primera toma de contacto con el PSN. El moderado optimismo con el que la marca electoralista del PP en Navarra valoró esta reunión -«todas las puertas están abiertas»- contrastaba con el freno que desde Ferraz dio el secretario de Organización, José Blanco. El dirigente del PSOE aseguró que «el partido no contempla ningún tipo de acuerdo con el PP», ya que las posiciones políticas son «muy antagónicas». Blanco subrayó que la estrategia del PSOE en los lugares donde hay posibilidad de pactos será «articular mayorías de progreso» con las distintas fuerzas políticas, entre las que no descartó a Nafarroa Bai.
El PSN ha destacado en sus comparecencias anteriores que las políticas sociales le unen a Nafarroa Bai, pero no su modelo político para Navarra. De hecho, ayer aseguró que todos los contactos que establezca su partido irán encaminados a «facilitar la gobernabilidad y la estabilidad de Navarra» desde «el respeto del marco constitucional e institucional y sobre el programa presentado por el PSN durante la campaña electoral».
Ambas cuestiones configuran «los dos ejes» claves sobre los que gira el programa electoral de los socialistas en la Comunidad Foral. Puras afirmó ayer que la decisión deberá ser tomada con «prudencia, sentido común y pensando siempre en el fortalecimiento» de Navarra. Y es que el domingo, en la sede socialista, no se respiraba la alegría de la victoria, sino la intranquilidad ante las futuras alianzas, que han colocado al PSN entre la espada y la pared.
Patxi Zabaleta también ha llamado por teléfono a Puras para conocer qué decisión tomará. Ni los nacionalistas ni IU quieren perder la oportunidad de desbancar a Miguel Sanz del poder.