El titular del Ministerio, Pedro Carreño, señaló que los sucesos ocurrieron en medio de «enfrentamientos» en las escuelas de Educación e Ingeniería del centro universitario. «Se generó un incidente interno donde se vieron armas de fuego dentro de la misma comunidad universitaria», dijo el ministro, que precisó que los heridos fueron trasladados a hospitales, según informa Efe.

Siguiendo el discurso oficial, Carreño insistió en que las protestas estudiantiles de ayer en Caracas y otras ciudades forman parte de un «plan opositor» que busca utilizar el caso de RCTV como «filón para atentar contra la paz y la seguridad ciudadana y del Estado», pese a que insistió en que el Gobierno «no tiene inconveniente de que [los opositores] ejerzan su legítimo derecho a la protesta», pero sin «atentar contra la paz de la República».

Miles de estudiantes de las principales universidades del país continuaron ayer con las manifestaciones y consignas a favor de la libertad de expresión. A primera hora, un nutrido grupo de jóvenes de la Universidad Central de Venezuela y de la Católica Andrés Bello se concentraron a las puertas de sus campus y se negaron a asistir a clase.

Tras pedir permiso a las autoridades, se reunieron en una plaza del distrito de Chacao, al este de la capital, coreando consignas a favor del canal RCTV. Los cuerpos de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y balines de goma contra la protesta. También se registraron breves enfrentamientos en otras manifestaciones, como las protagonizadas en la víspera en la capital.

La noche del domingo, una manifestación de miles de personas ante la sede de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (sureste de Caracas), fue dispersada con gases lacrimógenos, causando 11 heridos entre los efectivos policiales.

Minutos antes de la medianoche del domingo, los cerca de 3.000 trabajadores de RCTV lloraban abrazados mientras entonaban el himno de Venezuela. Era la última emisión en abierto de la televisión que Hugo Chávez tachó con el estigma de «golpista» para no renovar su licencia.

En su último día al aire, RCTV realizó un maratoniano programa de despedida de 18 horas seguidas que, además de las evocaciones de la historia de la planta, tuvo una carga política, con llamamientos a resistir y luchar por las libertades de expresión y libertad en Venezuela. Tras caer RCTV, del lado de la oposición sólo queda ahora la televisión de noticias 24 horas Globovisión, que en señal abierta sólo llega a Caracas y a Valencia, la tercera ciudad del país.

Andrés Cañizález, miembro del Centro de Investigaciones de la Comunicación de la UCAB, señaló que «lo único que puede ver la mayoría de la gente que no tiene acceso a la televisión de pago son cuatro canales, de los cuales dos son estatales [VTV y Tves] y dos privados y bastante benévolos con el Gobierno [Venevisión y Televen]».

Pasaron 20 minutos desde la desconexión de RCTV hasta que la nueva cadena, Televisora Venezolana Social (Tves), emitió su primer programa desde el céntrico teatro Teresa Carreño. De himno a himno, la orquesta sinfónica y el coro juvenil Simón Bolívar, bajo la batuta del célebre director Gustavo Dudamel, interpretó también los sones nacionales, mientras la fiesta chavista se extendía por las calles de Caracas.

Con la nueva cadena estatal, el imperio mediático construido en ocho años de gestión chavista ha financiado 18 canales de televisión, más de 145 emisoras de radio en todo el país y más de un centenar de periódicos, incluyendo dos de alcance nacional. Cuando Chávez ganó las presidenciales en 1999, el Gobierno controlaba apenas una cadena de televisión, dos emisoras de radio y ningún periódico impreso.

Ahora, el Ejecutivo controla, además, un amplio número de páginas web. En este sentido, el Gobierno de Chávez ha destacado su intención de introducir límites legales para restringir el uso de internet. El año pasado, la Asamblea Nacional, totalmente chavista, aprobó una ley para restringir el acceso de menores a los cibercafés en todo el país.

Marcel Granier, presidente del grupo 1BC (deueño de RCTV), calificó de «arbitraria e ilegal» la decisión de Chávez y destacó la «discriminación» frente a otros canales, cuya línea editorial es blanda con el Gobierno, cuya concesión si fue renovada. «Vamos a explorar todas las posibilidades para preservar esta empresa, pero estamos encontrando muchos obstáculos. Pese a que el Gobierno ha sugerido que podemos salir por cable o satélite presiona a las empresas para que no nos dejen emitir».