CARLOS E. CARBAJOSA. Enviado especial
RIGA.-
Iker Casillas las ha vivido de todos los colores con la camiseta nacional. En el equipo absoluto no ha podido llegar a lo más alto, aunque vivió tardes inolvidables, como la tanda de penaltis detenidos ante Irlanda en los octavos de final del Mundial de Corea y Japón. Sin embargo, como portero de la selección sub'20 conquistó el Mundial en 1999. Su sueño confesable sigue siendo el de romper el maleficio que parece perseguir al fútbol español y cantar el himno en un gran torneo, la Eurocopa o el Mundial. Claro que para cantarlo necesita que haya una letra. Y el arquero madridista no ve mal la posibilidad de cambiar y dejar por fin de tararear.
«Estaría bien ponerse de acuerdo y si es bonita y respetuosa, pues bienvenida sea. Los niños la aprenderían en las escuelas. Cuando antes de los partidos escucho a los franceses, los alemanes o los jugadores de cualquier otro país con su letra, pues luego quedamos un poco raros nosotros, que, simplemente, nos dedicamos a tararear y ya está. Bueno, a lo mejor eso forma parte de nuestro encanto, pero en cualquier caso no estaría nada mal tener esa letra y poder cantarla. Y si es en una gran final, mucho mejor, que es lo que estamos esperando todos que llegue de una vez».
Iker, que hoy volverá a ser el capitán de la selección en el partido frente a Letonia, se ha criado con una tradición que ahora se quiere romper. Nunca se sintió incómodo, aunque admite que el cambio puede ser positivo: «Hombre, nunca hemos tenido letra y por eso parecía que no se echaba de menos. Yo me he criado sin letra y he visto a algunos ganadores de medallas olímpicas o en Mundiales cantando el chunda chunda. Siempre me pareció curioso que sólo hubiera música. Si ahora se cambia pues adelante. Pero, insisto en que sería muy aconsejable una letra que pusiera de acuerdo a todos, que no molestara y que representara bien lo que es un país como el nuestro».
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