Aunque su abogado, Alvaro Reizábal, aseguraba ayer en Gara que el etarra De Juana ha recibido el «alta hospitalaria», el Gobierno continúa diciendo que no tiene constancia oficial de esta circunstancia. Tal y como señalaron ayer los sindicatos mayoritarios de la Policía -CEP y SUP-, el Ejecutivo está dando largas a la situación para poner en práctica una política de hechos consumados, que es el traslado de De Juana a su casa en régimen de semilibertad. El abogado del terrorista se acoge -como el Gobierno- a la diferencia entre «alta médica» y «alta hospitalaria». Lo que De Juana habría conseguido es esta última. Y el escrito del juez de vigilancia asegura que «después de causar alta, permanecerá en su domicilio, con seguimiento telemático».
Los sindicatos policiales consideran que la decisión del Gobierno de no devolver a De Juana a la cárcel para que cumpla lo que le queda de condena forma parte de una negociación encubierta con la banda terrorista. Cabe decir que si al menos los gestos de buena voluntad del Gobierno hacia los proetarras -excarcelación de De Juana, retirada de la acusación fiscal contra Otegi, vía libre a la mitad de las listas de ANV que supondrá la vuelta a las instituciones de alcaldes y concejales de Batasuna- se produjeran en el marco de una negociación cuyo resultado fuera la renuncia al terrorismo y la entrega de las armas por parte de ETA, muchos españoles lo comprenderían. Pero todo indica que el Gobierno ha dado aire al entorno de ETA a cambio de nada. EL MUNDO informa hoy que la banda terrorista ha remitido una oleada numerosa de cartas de extorsión a ciudadanos vascos exigiendo cantidades superiores a 120.000 euros. Y el líder de los proetarras, Arnaldo Otegi, dio ayer por finiquitado el mal llamado proceso de paz, puesto que -según dijo- PSOE y PNV se han levantado de la mesa y han dejado sola a Batasuna. Otegi asegura que estamos ante una «situación de máxima gravedad», lo que puede querer decir que la banda volverá a atentar en cualquier momento.
El cabeza de lista de Nafarroa Bai, la segunda fuerza más votada en Navarra, asegura hoy en este periódico que la debilidad de Zapatero le impide avanzar en el proceso y que Aznar tenía más cobertura que el actual presidente para establecer un diálogo con ETA. Con todo ello, ¿a qué espera Zapatero para anunciar un cambio en su política en relación con el País Vasco? Tiene la posibilidad de empezar por Navarra, mediante un acuerdo con UPN.
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