Viernes, 8 de junio de 2007. Año: XVIII. Numero: 6382.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El pesimismo conduce a la debilidad, el optimismo al poder (William James)
 OPINION
Editorial
ZAPATERO, OBSESIONADO CON EL PP

Aunque el presidente del Gobierno aseguró anoche con solemnidad que no tiene otra cosa en el pensamiento que «defender a los españoles», de la entrevista que concedió a Cuatro cabe preguntarse si sus emociones tras el fracaso del proceso de paz le dejan algún rincón que no esté dedicado a la inquina contra el PP. A lo largo de su intervención, casi en respuesta a cada pregunta, dedicó cuantiosos reproches y descalificaciones al primer partido de la oposición, muchísimos más que a la banda terrorista, incurriendo así en el mismo error que ha afeado al PP: centrar la crítica en el oponente democrático y no en ETA. Dedicó tantos minutos, tal cantidad de esfuerzo y énfasis a vapulear a los populares que no llegó a concretar sus planes para responder al fin del alto el fuego. Su actitud revela que, al menos a día de hoy, está más obsesionado por reivindicar su comportamiento durante el proceso que por hacer un análisis frío que le permita rectificar los errores que sin duda ha cometido.

Lo más descorazonador para el ciudadano es que las manifestaciones del presidente se producen justo cuatro días antes de su entrevista con Mariano Rajoy, que en principio debía servir para intentar recuperar el consenso frente a ETA. Fue tan agresivo al afirmar que el PP «va a hacer oposición con el terrorismo hasta el último día» de la legislatura, que ello supone dar ya por fracasado el encuentro. Tanto es así que Iñaki Gabilondo, el entrevistador, preguntó directamente si lo iba a «suspender», pero enfrascado en su monólogo, el presidente ni siquiera le atendió.

Zapatero empleó un discurso autojustificativo en el que llegó a hacer afirmaciones como que si se «acercó» a dialogar fue por una «expectativa», para «verificar la oportunidad» de que ETA abandonara la violencia. Pero fue él quien creó la esperanza cuando acudió al Congreso y aseguró que ya había testado las intenciones de los terroristas y que se daban las condiciones para iniciar la negociación propiamente dicha. También aseguró que lo que dijo en la víspera del atentado de Barajas es que dentro de un año «podíamos» estar mejor, como expresando un deseo, cuando en realidad lo afirmó a conciencia.

Fue el suyo un intento por reescribir la historia de estos meses, repitiendo machaconamente que está «orgulloso» de su comportamiento, achacando al PP su «deslealtad» y no contestando a preguntas incómodas, como si traicionó el Pacto Antiterrorista al mantener contactos con Batasuna a espaldas del PP, qué pasará si De Juana vuelve a la huelga de hambre o si el último comunicado de ETA pone fin al proceso o sólo a un capítulo.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad