Cuatro diputados autonómicos que prestarán su apoyo al socialista Francesc Antich, para que presida el Govern de Baleares durante la próxima legislatura, tomaron ayer posesión de sus escaños en el Parlamento regional prometiendo acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía de las islas «sin renunciar al derecho a la autodeterminación» del archipiélago, o bajo la fórmula de «por imperativo legal».
Estos cuatro parlamentarios -tres de ellos del PSM y una, de Esquerra- fueron los únicos que, durante el acto celebrado ayer, se salieron del protocolo, que establece que los diputados deben limitarse a jurar o a prometer el acatamiento de la Carta Magna y del texto estatutario.
Tres de ellos pertenecen a la formación nacionalista de izquierda Partit Socialista de Mallorca i de Menorca (PSM) y el restante está incorporado en la coalición PSOE-Eivissa pel Canvi, aunque pertenece a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Los tres representantes del PSM, Biel Barceló, Joana Lluïsa Mascaró y Eduard Riudavets, prometieron su cargo «sin renunciar al derecho a la autodeterminación» de su «pueblo». La representante de ERC, Esperança Marí, tomó posesión y se comprometió a acatar la Constitución y el Estatuto balear «por imperativo legal».
La fórmula del «imperativo legal» fue ideada por el dirigente de Batasuna Jon Idígoras en 1989 para tomar posesión en el Congreso de los Diputados, y fue usada recurrentemente por la formación ilegalizada en los años siguientes en otras instituciones. Curiosamente, el entonces presidente de las Cortes, el socialista mallorquín Félix Pons, no aceptó esta fórmula cuando la utilizó Idígoras.
Los cuatro diputados baleares siguieron el ejemplo de otros dos representantes políticos que también incluyeron comentarios del mismo estilo cuando juraron como concejales en ayuntamientos de Mallorca. Así, la número dos del PSM a la Alcaldía de Palma, Nanda Ramon, prometió su cargo «sin renunciar a la autodeterminación» de su «pueblo», mientras que el concejal electo del Bloc en Manacor, Joan Llodrá, de ERC, prometió guardar lealtad a la Constitución «por imperativo legal» (pues, en caso contrario, no podría tomar posesión del cargo de edil), y añadió: «Sin renunciar a la independencia de los Països Catalans».
La sesión constitutiva del Parlament se desarrolló sin incidentes y culminó, tal y como ya estaba previsto, con la elección de María Antonia Munar como presidenta de la Cámara balear. Munar, que preside el partido regionalista Unió Mallorquina (UM) salió elegida por 30 votos frente a los 29 que cosechó el candidato del PP y hasta ayer presidente parlamentario, Pere Rotger.
Munar logró hacerse con la Presidencia de la Cámara en virtud del pacto de gobernabilidad firmado el lunes entre el PSOE, la coalición de izquierda nacionalista el Bloc (PSM, EU-EV y ERC) y UM. Estas tres fuerzas gobernarán Baleares después de unirse para desbancar al partido más votado, el PP, que no obtuvo la mayoría absoluta en las autonómicas.