Martes, 3 de julio de 2007. Año: XVIII. Numero: 6407.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El terror está a la orden del día (Barère De Vieuzac)
 ESPAÑA
Alonso modificará el decreto de medallas para conceder la más alta a los soldados del Líbano
Zaplana acusa al ministro de mentir sobre la naturaleza de la misión y la seguridad de las tropas Los grupos minoritarios reprochan a los 'populares' su actitud «cainita», «partidista» y «demagógica»
MARISA CRUZ

MADRID.- El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, anunció ayer ante la Comisión de Defensa del Congreso la intención del Gobierno de modificar el Real Decreto de agosto de 2003 sobre concedoraciones militares para honrar por igual a los soldados fallecidos en atentado terrorista y a los que pierden la vida en acciones de enfrentamiento abierto o combate.

Publicidad
Alonso se expresó así durante su comparecencia urgente y extraordinaria para informar de las circunstancias del atentado que el pasado 24 de junio costó la vida a seis soldados españoles en el Líbano.

La revisión del Real Decreto se aplicará, además, con carácter retroactivo de manera que a los seis soldados muertos en el país del cedro se les elevará la cruz al mérito militar con distintivo amarillo que se les otorgó a la más alta distinción, que en la actualidad es con distintivo rojo.

Alonso afirmó tajante: «Los chicos fallecidos el otro día merecían el distintivo rojo como si hubieran participado en un enfrentamiento armado. Lo creo así y por tanto reformaremos el Real Decreto y lo haremos con carácter retroactivo».

El titular de Defensa recordó que la normativa vigente sobre este tipo de distinciones militares fue aprobada en agosto de 2003 por el Gobierno del Partido Popular. Alonso la calificó de «inadecuada, incongruente y contradictoria» y más tarde la tachó incluso de «injusta».

Sin embargo, frente a las aceradísimas críticas que le lanzó el portavoz del Partido Popular, Eduardo Zaplana, que asumió en este debate la representación de su Grupo, echó mano de archivos militares para señalar que el Ejecutivo del PP otorgó la cruz con distintivo amarillo (prevista para acciones que entrañan grave riesgo) a los siete miembros del Centro Nacional de Inteligencia que fallecieron en Irak en una emboscada, que dio lugar a enfrentamiento abierto, con insurgentes.

Por el contrario, recordó el ministro, el Gobierno de José María Aznar optó por conceder la más alta condecoración, es decir, la cruz al mérito militar con distintivo rojo, a los 65 miembros de las Fuerzas Armadas que participaron en la toma del islote Perejil.

El ministro de Defensa ha tomado la decisión de promover la modificación del Real Decreto porque, en su opinión, «la gente no entiende» que se hagan distinciones cuando se trata de reconocer el honor de los militares fallecidos ya sea por atentado o por acción de combate en misiones en el exterior.

Para Zaplana, la concesión del distintivo amarillo a los seis soldados fallecidos sólo esconde el deseo del Gobierno de evitar que se desbarate su «vacío discurso pacifista».

El ministro también defendió la gestión que su Departamento ha hecho del atentado del Líbano y negó que se haya producido negligencia alguna en el proceso de adquisición de los inhibidores de frecuencia para los vehículos de transporte y patrulla de las tropas.

Éste fue, sin embargo, el punto que menos convenció a un buen número de portavoces. Por ejemplo, el representante del Grupo Mixto, Luis Mardones, insistió en que el Gobierno debe «depurar responsabilidades», porque, a su entender, una cosa es «defender a las Fuerzas Armadas y otra, encubrirlas». «La culpa es de los terroristas», dijo, «pero la responsabilidad está dentro de su Departamento». Según Mardones, «seis muertos abren un sumario».

También el portavoz del PNV, Iñaki Txueca, se mostró muy escéptico en relación con el procedimiento de compra de material de seguridad para las tropas. «Éste es el aspecto que menos me convence de su intervención», dijo.

Para el representante de CiU, Josep Maldonado, es necesario que el Gobierno haga «autocrítica» y que «abra un periodo de reflexión» en torno a la seguridad de las misiones en el exterior. Además, añadió: «Tienen ustedes que decir con la boca grande que estamos en una zona de crisis, y no con la boca pequeña».

Sin embargo, los golpes más duros del debate llegaron de la mano del portavoz popular, Eduardo Zaplana, que acusó directamente a Alonso de mentir por no reconocer que la misión del Líbano es de guerra. También la emprendió contra Zapatero, a quien reprochó «esconderse detrás de los ministros».

«Yo no culparé al Gobierno de lo sucedido», empezó Zaplana, pero la promesa no pasó de ahí, porque a continuación descargó todo tipo de responsabilidades sobre el titular de Defensa y el presidente del Gobierno.

La intervención del representante del Partido Popular a todas luces dejaba entrever la amargura que suscita todavía el enfrentamiento entre los dos grandes partidos a cuenta de la Guerra de Irak. Zaplana estuvo durísimo; tanto, que los grupos minoritarios llegaron a acusar a los populares de tener una actitud «cainita», «demagógica» y «partidista».


Una célula terrorista no libanesa

Alonso informó a los grupos de la Cámara de que de acuerdo con las investigaciones realizadas hasta el momento, el atentado se produjo con un coche bomba cargado con más de 50 kilos de explosivo y activado por radiocontrol. Según las informaciones de que dispone el ministro de Defensa, el ataque fue perpetrado por una célula terrorista no libanesa, aunque ésta, al parecer, contaba con apoyo de organizaciones locales de signo 'yihadista', que colaboraron tanto a la hora de cometer el atentado como en el momento de proporcionar refugio a los autores materiales del mismo. El objetivo del ataque, dijo el ministro, es «incendiar la región y provocar así un conflicto que traspasaría fronteras».

Los informes de inteligencia apuntan hacia dos organizaciones libanesas, aunque el ministro no proporcionó sus nombres.

Alonso también señaló que todos los informes proporcionados, tanto por la inteligencia española como por Naciones Unidas, han coincidido siempre en valorar como «bajo» o «no significativo» el riesgo de que en el Líbano se produjeran atentados como el acontecido. Pese a ello, recordó que en todas sus intervenciones siempre ha afirmado que en la zona existían riesgos por lo que los militares han ido más dotados que nunca.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad