La falta de suministro se produjo entre las 12.00 y las 13.00 horas. Afectó a la costa mediterránea entre Tarragona y Murcia, principalmente, y a las islas Baleares.

Se da la circunstancia de que el pasado viernes también se produjo otra interrupción en las mismas provincias. En esa ocasión, los problemas se prolongaron por espacio de dos horas -entre las 20.00 y las 22.00 horas-. El grupo que preside César Alierta no ofreció la cifra de damnificados que hubo ayer, aunque fuentes del sector señalaron que la avería afectó a «varios millones» de usuarios.

La operadora reconoció ayer las alteraciones en el suministro, que tachó de pequeñas incidencias, aunque insitió en que las causas de la falta de servicio fueron ajenas a su gestión.

La costa mediterránea es el área de la geografía nacional que acapara, en los últimos años, más incidencias en el servicio. La mayor concentración demográfica, como consecuencia del turismo, disparan los fallos en la red por saturación en las estaciones base de la operadora, que cuenta, en España, con un total de 22 millones de clientes.

La compañía achaca los problemas a a las trabas que los ayuntamientos y comunidades autónomas ponen para que se mejore la calidad de sus redes de comunicaciones. Un asunto que, precisamente, ha hecho fracasar el plan del Gobierno para dotar de cobertura móvil a más de 5.000 municipios. El proyecto, del que tenía que hacerse cargo Telefónica y France Telecom -propietaria de Orange- tenía como reto colocar a España como el país «de mayor cobertura tanto poblacional como territorial de Europa».

Tanto Movistar como el resto de operadoras temen ahora que la falta de instalación de más antenas necesarias para el despliegue de la red generen más cortes del servicio a lo largo del verano. Este hecho coincide con la dura batalla que libran las compañías para retener a sus propios usuarios, debido a que los usuarios cambian en España con elevada facilidad de compañía. Además, la guerra de precios incluye esta temporada una novedad: la gratuidad de las llamadas y el envío de mensajes desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre entre usuarios de la misma operadora.

Con esta iniciativa también se persigue un aumento de la duración de las llamadas y un mayor uso de los servicios de la telefonía móvil..

Avisos anteriores.

Desde 2002, los operadores españoles llevan advirtiendo, cada verano, que puedan producirse apagones móviles por la «la parálisis en el despliegue» de infraestructura de antenas que sufre el sector por las consecuencias que pueda tener en la correcta prestación del servicio. Es en esta época cuando el tráfico de llamadas se duplica, llegando en zonas costeras a multiplicarse por 2,5.

En España hay más de 40.000 estaciones base de telefonía móvil. Una cifra que el sector cree que hay que multiplicar por dos para asegurar el desarrollo futuro de los servicios de comunicación.

Precisamente, en abril de este año, cuando apenas restaba un mes para las elecciones autonómicas y municipales, la Comisión Europea reclamó a los ayuntamientos españoles que facilitasen con «máxima urgencia» el tendido, ante la necesidad con que se topan las empresas para dar más cobertura.

Los operadores achacan a esta dispersión normativa y a la arbitrariedad de algunos ayuntamientos, movidos más por el clamor social que por el rigor científico, el freno al despliegue de las infraestructuras celulares. Una idea también compartida por el ministerio de Industria, cuyo titular, Joan Clos, cree que las antenas «afean las ciudades».