Aznar destacó la defensa numantina de Pizarro en la batalla por el control de Endesa y el hecho de haber velado por «quien debía, sus accionistas». El ex presidente del Gobierno, que lucía moreno preveraniego y vestimenta informal, alabó que Pizarro haya sabido «sortear zancadillas de los poderosos», en alusión al Gobierno. Aznar criticó el intervencionismo del Ejecutivo durante todo el proceso de OPA, al que considera «merecedor no sólo de tarjeta amarilla sino de tarjeta roja directa». Pizarro recogió el testigo de Aznar y volvió a exigir «seguridad jurídica» y «leyes muy claras que se apliquen a todo el mundo, frente al intervencionismo de quienes quieren que no haya leyes y que en cada caso se vaya aplicando su propio criterio, lo que supone incertidumbre, arbitrariedad y, muchas veces, al final, corrupción».

Ante esta situación, el presidente de Endesa apeló a la Justicia para que corrija «las arbitrariedades» que cometa la Administración, evitando así posibles casos de corrupción. Según Pizarro, la Justicia no debe estar pendiente del favor político y sí de garantizar la seguridad jurídica y la «certidumbre y previsibilidad» para las inversiones. Desde que Gas Natural lanzó la primera OPA en septiembre de 2005, el proceso ha estado marcado por el intervencionismo del Ejecutivo, que ha sido censurado desde Bruselas, y su apoyo definitivo a la oferta lanzada por Acciona y Enel. La operación sigue su curso después de que la semana pasada tanto la Comisión Europa como la Comisión de la Energía dieran el visto bueno a la operación.

Durante su discurso, Pizarro también compartió mesa con Pío Cabanillas, ex ministro portavoz de Moncloa con Aznar y director general adjunto a José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. Por otro lado, el Supremo ratificó ayer el archivo del recurso de Endesa sobre la OPA de Gas Natural.