JUAN IGNACIO IRIGARAY. Especial para EL MUNDO
BUENOS AIRES.-
Argentina desmonta el círculo de impunidad del que gozaban los jerarcas de la dictadura militar que azotó el país de 1976 a 1983 con la represión de la guerra sucia dejando el sangriento resultado de 30.000 desaparecidos, entre ellos, medio millar de españoles nativos e hijos.
Ayer, la Corte Suprema de Justicia anuló el indulto dictado en 1989 por el entonces presidente de la Nación, el peronista Carlos Menem, y dejó así abierta la posibilidad de que el ex dictador Jorge Rafael Videla, además de sus compinches -como Emilio Massera- vuelvan a cumplir sus penas. Todos habían sido condenados en 1985, cuando la entonces recién restaurada democracia argentina los sentó en el banquillo en el histórico Juicio a las Juntas Militares, único proceso oral realizado en Iberoamérica contra dictadores. Los castigos iban de 17 años de cárcel hasta la reclusión perpetua.
Pero llegó el peronista Menem y amnistió a todos -incluidos ex jefes de la guerrilla- gracias a la polémica facultad presidencial de otorgar indultos. Justificó el perdón en la necesidad de «pacificar el país», aunque las Madres de Plaza de Mayo y otros familiares de las víctimas se resistían.
Ahora, en sintonía con la política del Gobierno del presidente Néstor Kirchner, también peronista, la Corte Suprema emitió un fallo declarando inconstitucional la medida de Menem en el expediente judicial del general retirado Santiago Omar Riveros, ex comandante de Institutos Militares. Ese militar fue juzgado a finales de los años 80 por sus crímenes y se zafó del castigo gracias al indulto de Menem. Aquel sobreseimiento terminó avalado por la Corte Suprema de entonces, que contaba con otros miembros, aunque sí estaba José Petrachi, presidente del actual tribunal que opinó lo contrario..
Sin unanimidad.
Por eso el veredicto de la Corte no fue unánime. Los jueces Ricardo Lorenzetti, Helena Highton de Nolasco, Raúl Zaffaroni -asumieron el cargo bajo el mandato de Kirchner- y Juan Carlos Maqueda dieron la ajustada mayoría al fallo al opinar que los delitos de lesa Humanidad están por encima de cualquier indulto.
Sin embargo, los jueces Carmen Argibay y Carlos Fayt consideraron el asunto cerrado por aquel fallo de la Corte en 1990. Opinaron que no pueden volver a dictaminar sobre Riveros so pena de violar el principio ne bis in idem, según el cual nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Si bien la decisión de la Corte no toca ahora a Videla y sus cómplices, sienta jurisprudencia de cara al futuro, cuando lleguen a estudio del alto tribunal sus expedientes.
En la lista de quienes ponen barbas en remojo figuran los militares Cristino Nicolaides, Juan Bautista Sasiaiñ, José Montes, Andrés Ferrero, Adolfo Sigwald, Jorge Olivera Rovere, Albano Harguindeguy y medio centenar más de uniformados.
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