Su fallecimiento suscitó de inmediato un torrente de reacciones tanto en los medios de comunicación, como en el mundo cultural y político.

Polanco murió en Madrid, en torno a las 13.00 horas, en la Clínica Ruber, donde había ingresado de urgencia apenas 24 horas antes. Por su capilla ardiente, que fue instalada a media tarde en la sede del Grupo Timón, pasaron un sinfín de personalidades. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue uno de los primeros en acudir, en tanto que el ex presidente Felipe González se trasladó a la misma clínica para dar el pésame a la familia. El presidente del Grupo Prisa, enfermo desde hacía tiempo, se había ocupado, en noviembre de 2006, de nombrar a su hijo Ignacio -que ejercía como su adjunto-, como sucesor al frente de su imperio mediático, construido en torno al diario El País, y al que más tarde se sumaron el grupo Santillana, Sogecable -que agrupa a Canal Plus y Digital Plus- y Unión Radio, de la que depende la Cadena Ser.

La última vez que Polanco apareció en público fue el pasado mes de junio, en una reunión con sus directivos celebrada en Lisboa. Allí fue donde se mostró convencido de que las fuertes raíces familiares de su grupo garantizarían por completo la pujanza y la continuidad del mismo.

Polanco siempre había asegurado que su participación en la fundación de El País era una de las tareas de la que más orgulloso se sentía, aunque también reconocía que los verdaderos padres del diario fueron José Ortega Spottorno y su primer director, Juan Luis Cebrián.

La capilla ardiente del magnate de la comunicación fue instalada ayer a las 19.00 horas en la sede del Grupo Timón, en Madrid. Hoy será enterrado a las 14.30 horas en el cementerio de La Almudena.

Nada más conocerse su muerte se sucedieron las reacciones y condolencias. El ex presidente del Gobierno, Felipe González, gran amigo del fallecido, acudió inmediatamente a la clínica Ruber para trasladar personalmente su pésame a la familia Polanco. González abandonó el hospital a las 15.00 horas sin hacer declaraciones. También se trasladaron al Ruber el ex ministro del Partido Popular y ex portavoz del Ejecutivo, Pío Cabanillas y los consejeros delegados de Prisa, Juan Luis Cebrián, y de la Cadena ser, Augusto Delkader.

A media tarde, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, visitó la capilla ardiente. Para Zapatero, Polanco fue «una persona decisiva para las libertades públicas» del país. El presidente se mostró confiado en que «su trayectoria sea reconocida por todos».

También acudió a la sede del Grupo Timón el alcalde de Madrid, Alberto Ruíz-Gallardón, quien mantenía con el fallecido y su familia una estrecha amistad.

Los Reyes y los Príncipes de Asturias enviaron desde Palma de Mallorca sendos telegramas de pésame a la familia, en tanto que el Gobierno emitió un comunicado en el que trasladaba sus condolencias a los familiares del fallecido y a todos los trabajadores del Grupo Prisa. El texto gubernamental señalaba «el compromiso con la libertad de expresión, la tolerancia y los valores» de Jesús de Polanco, «que han hecho posible», añadía, «el fortalecimiento del sistema democrático en España».

Algunos de los miembros del Ejecutivo se pronunciaron también individualmente. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, expresó su «afecto, apoyo y solidaridad» a la familia y aseguró «sentir mucho» la pérdida. También tuvieron palabras elogiosas para el empresario las ministras de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y la recién nombrada ministra de Vivienda, Carme Chacón.

El nuevo titular de Cultura, César Antonio Molina, aseguró lamentar mucho la muerte de quien consideraba su «amigo de muchos años», una persona, dijo, «que siempre estaba dispuesta a dar buenos consejos y buenas ideas sin pedir nada a cambio».

Para el titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, Polanco hizo posible que España «saliera del túnel de la historia» que representó el franquismo.

También el PP, el PSOE e IU expresaron sus condolencias. El líder del primer partido de la oposición, Mariano Rajoy, conversó telefónicamente con la familia y, además, envió un telegrama de pésame. Lo mismo hicieron el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, y el presidente de Colombia, Alvaro Uribe. representantes destacados de la cultura, como el premio Nobel de Literatura, José Saramago, o el escritor y periodista, Mario Vargas Llosa, también tuvieron palabras muy elogiosas para el empresario.

Desde el mundo de la comunicación también llovieron los mensajes. El consejero delegado del grupo Unedisa, Antonio Fernández-Galiano, así como el director del diario EL MUNDO, Pedro J. Ramírez, trasladaron sus condolencias en sendos telegramas al presidente de Prisa e hijo del fallecido, Ignacio de Polanco.

El presidente del Grupo Planeta y de Antena 3, José Manuel Lara, aseguró haber tenido «la suerte de competir» con Polanco, a quien calificó de «auténtico gigante de la industria de la edición y de los medios de comunicación».

La Dirección de Comunicación de la Cadena Cope también manifestó su pésame y aseguró que el presidente de Prisa fue «un empresario clave» en los medios de comunicación.