La segunda vida comenzaba cuando se ponía la peluca y la barba postizas y, a punta de pistola y completamente solo, se dedicaba a atracar bancos.

El delincuente más buscado en España fue detenido ayer en Portugal cuando se disponía a actuar. Está acusado de cometer tres asesinatos y 36 asaltos y se calcula que en la última década habría logrado un botín de 700.000 euros.

La detención de El Solitario se produjo en Figueira da Foz, una localidad costera situada en el centro de Portugal, por la Policía Judicial lusa, en una operación conjunta con la Policía Nacional y la Guardia Civil.

En el momento del arresto, El Solitario «iba disfrazado y equipado para cometer un atraco» en la sucursal bancaria de la Caixa Agrícola, según explicó en una rueda de prensa improvisada en Lisboa el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que dijo de él que es «muy peligroso y cruel».

Jiménez Arbe se había puesto un chaleco antibalas bajo la ropa y llevaba perilla, un traje gris y un maletín en cuyo interior guardaba tres armas de fuego, dos cortas y una automática, así como varios cargadores con municiones. Se había desplazado hasta allí en una Renault Kangoo con las matrículas dobladas. Intentó oponer resistencia, pero no tuvo tiempo de disparar, según fuentes policiales.

La policía portuguesa, que le calificó como un criminal de «elevadísima peligrosidad», explicó que iba disfrazado con una peluca, barba y bigote postizos y que llevaba cinta adhesiva en los dedos para no dejar huellas digitales.

Desde hace varios meses, la Policía española y la Guardia Civil seguían los pasos El Solitario, pero fue un chivatazo el que dio la pista el pasado mes de junio. Hace una semana estuvo en Portugal inspeccionando el terreno, después regresó a Madrid y esta segunda vez volvió a Figueira da Foz para efectuar el asalto.«Se trata del delincuente más buscado de España, por lo que estamos muy satisfechos con su detención», celebró Rubalcaba.

Fuentes consultadas por Europa Press indicaron que Jiménez Arbe fue declarado exento para realizar el servicio militar obligatorio porque los médicos le diagnosticaron paranoia. En la actualidad, no realizaba ningún trabajo remunerado, pero en el pasado sí había trabajado.

A El Solitario, conocido con este apodo porque acostumbraba a efectuar los golpes individualmente, se le imputan 36 asaltos a entidades bancarias, además del asesinato de tres miembros de las fuerzas del orden.

En 2004, El Solitario habría disparado contra dos guardias civiles, en Castejón (Navarra), después de cometer una infracción de tráfico. Como en ese momento iba sin peluca, por lo que podría haber sido identificado, habría optado por matarlos. Además, está acusado de un tercer homicidio de un agente de la Policía municipal tras otro asalto efectuado en Vall d¿Uixó, en Castellón.

El último atraco que se le adjudica ocurrió el pasado 18 de mayo, en la Caja Rural de Toro, en Zamora. Consiguió un botín de 6.000 euros y disparó a uno de los empleados de la sucursal, hiriéndole en una pierna. En su mayor asalto obtuvo 108.000 euros.

El Solitario, que carecía de antecedentes penales, solía utilizar un arma corta y cometía un atraco cada tres o cuatro meses, si bien su periodo de inactividad llegó a ser de hasta un año. También ha actuado en Murcia, Huesca, Ciudad Real, Albacete, Lugo y la Comunidad de Madrid. Casi siempre escogía entidades bancarias situadas en poblaciones rurales. En buena parte de los atracos usaba barba y peluca postizas y aparentaba ser grueso, aunque en algunas de las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad parecía llevar relleno en el cuerpo para desfigurar su silueta.

En mayo pasado, la Guardia Civil difundió imágenes de El Solitario captadas durante sus últimos atracos, además de abrir una línea telefónica solicitando la cooperación ciudadana.

Al cierre de esta edición, El Solitario se encontraba detenido a la espera de comparecer hoy ante un juez portugués. Rubalcaba dijo ayer que España pedirá su extradición de inmediato.

En el marco de la operación contra el atracador, las Fuerzas de Seguridad también registraron una nave en la localidad madrileña de Pinto, en donde probablemente puedan encontrarse algunos de los efectos que utilizaba para perpetrar sus atracos.