Sólo la imprevista convocatoria a los medios hecha ayer a primera hora de la mañana desde el Centro Nacional de Inteligencia es ya de por sí una noticia.
Nunca antes el servicio de inteligencia español había celebrado una rueda de prensa con cámaras de televisión, micrófonos y grabadoras, y mucho menos había proporcionado abiertamente, aunque con pocos detalles, una noticia tan relevante como la que ofreció ayer.
Todo fue tan insólito que incluso entre los altos cargos dedicados a la labor de comunicación del Ministerio de Defensa -el departamento del que depende el Centro- se desconocía el motivo de la convocatoria.
El CNI se puso en contacto con los servicios de comunicación del Ministerio en la tarde del lunes para pedir un listado de los periodistas que habitualmente realizan la información de Defensa con el objeto de reunirlos en su sede en la mañana del martes. Y, cuando desde Defensa se preguntó el motivo de la cita, la negativa a dar detalles fue rotunda.
Los responsables del CNI optaron por enviar en torno a las 8.00 horas del martes un fax a distintos medios de comunicación, convocándoles urgentemente para las 11.00 horas.
Una vez en la sede, el paso por el escáner, la identificación que hubo que acabar precipitadamente porque la falta de costumbre la hacía lentísima y un autobús puesto a disposición de los periodistas para que no se dispersasen por los 50 escasos metros que les separaban de la puerta. Además, los móviles tuvieron que apagarse y meterse en sobres numerados para ser recogidos a la salida.
El director pidió disculpas por la falta de instalaciones acondicionadas para la prensa.
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