Al Watan Al An había publicado en su edición del 14 de julio un documento confidencial de los Servicios de Seguridad marroquíes en el cual se hacía referencia al grupo Ansar al Islam. Esta nota, que informaba a todos los servicios se seguridad del Estado de un vídeo donde se llamaba a la yihad contra Marruecos y el rey Mohamed VI, acusado de ser un lacayo de los norteamericanos, fue el origen de la decisión del ministro de Interior de decretar la alerta máxima en todo el reino el pasado 6 de julio.

La encarcelación de los dos periodistas, que ha causado un gran revuelo en el país y significado una vez más los límites de la llamada apertura democrática del régimen, en realidad esconde otra cosa: el nerviosismo de las autoridades marroquíes ante un nuevo tipo de terrorismo islamista que opera bajo la batuta de Al Qaeda del Magreb (ex Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, GSPC) que evita atacar a la población civil y está unificando sus rangos con numerosos combatientes venidos de Marruecos.

Por eso, si la información contenida en la nota confidencial, que menciona al enigmático Ansar Al Islam, no es tan importante como para ordenar la detención de los dos periodistas, sí lo es la referencia a «súbditos nacionales en actitud guerrera bajo la bandera del ex GSPC». Desde hace unos meses, numerosos grupos de jóvenes marroquíes pasan clandestinamente la frontera argelina para incorporarse a Al Qaeda del Magreb, lo que no había ocurrido en la época de la guerra civil argelina.

Las autoridades marroquíes sospechan también que los siete militares arrestados esta semana, entre los cuales figura un coronel, están implicados en una operación de desestabilización del país. Rabat estima que la divulgación de la nota que ha valido la inculpación a los dos periodistas forma parte de un plan urdido en el extranjero para socavar la estabilidad del reino.

Hace dos días, el ministro delegado para Interior, el poco hablador Fuad Ali el Himma -hombre fuerte del país después de Mohamed VI-, dejó caer en una conversación que los «documentos confiscados a los dos periodistas conciernen a la seguridad interior y exterior de Marruecos, con la implicación de otros países». Una declaración que llega después de que un informe confidencial del 5e Bureau, los Servicios Secretos del Ejército, señalara que un Estado del Mashrek (Oriente Próximo), sin especificar cuál, habría decidido el envío de terroristas paquistaníes para cometer atentados en Marruecos..

Movilización.

Argelia o ese misterioso Estado del Mashrek, nadie sabe por el momento quién está detrás de este supuesto complot contra Marruecos y si realmente existe. Ayer, la decisión de la Fiscalía General de Casablanca de encarcelar al periodista Mustafa Hurmatalá, sonó a oídos de sus colegas como una manera de implicar a este informador en el complot. En un momento dado, según un abogado defensor de Hurmatalá, la Fiscalía estudió la posibilidad de juzgar al periodista ante un tribunal militar, pero desistió al final.

Desde que los dos periodistas fueron apresados en sus domicilios y llevados a comisaría como delincuentes, la movilización para su liberación y el abandono de los cargos que pesa sobre ellos no cesa en todo el país. Ayer se supo que un grupo de abogados decidió querellarse contra el ministro de la Comunicación, Nabil Benabdalá, por no haber respetado el secreto del sumario. En sus declaraciones, el polémico Benabdalá aseguró que el encarcelamiento de los periodistas de Al Watan Al An no es un asunto que coarte la libertad de expresión y, aunque no lo dijo claramente, dio a entender que tenía que ver con un enésimo y supuesto complot contra Marruecos..

APOYO#Ansar al Islam, una denominación no controladaSegún el profesor Mohamed Darif, el gran especialista marroquí de los grupos islamistas, la denominación Ansar al Islam, que reivindicó hace unas semanas los atentados del 11-M y que ahora está detrás de la decisión del ministro de Interior de decretar la alerta máxima en Marruecos, es un tanto sospechosa. Para este conocedor del islamismo marroquí, Ansar al Islam del Magreb no tiene nada que ver con Ansar al Islam de Irak, «ya que éste no existe», repite el estudioso, porque se fusionó con Abu Musab al Zarqaui para formar Al Qaeda de Irak.

El profesor Darif adelanta tres suposiciones para explicar esta repentina aparición de un grupo que lleva una denominación ajena a la región y ha sido el causante de la encarcelación de los dos periodistas. La primera es que Ansar al Islam sea una «creación informativa» de EEUU que utiliza este supuesto grupo, que hasta el día de hoy no ha cometido ningún atentado terrorista, para justificar su presencia militar en el Magreb. La segunda es que Ansar al Islam es una emanación de algún «servicio secreto magrebí» que quiere utilizarla para contactar con Al Qaeda y poder infiltrarla. En sus comunicados, Ansar al Islam se ha mostrado respetuosa con Al Qaeda.

La tercera suposición es que Ansar al Islam existe realmente, y entonces, explica Darif, se trataría de la Katiba al Mulatamun (Falange de los que llevan velo), un grupo islamista que operaba en el norte de Malí y que se ha replegado a Mauritania. Pero, dice Darif, «por ahora hay mucho ruido para pocas nueces».