El PP no se cree la versión oficial, no entiende la forma en que el Gobierno hace frente al escándalo y considera que se oculta algo detrás de la sobreactuación pública, rueda de prensa del CNI incluida, en un asunto que normalmente requiere discreción.

El Ejecutivo considera que no hay urgencia y que la comparecencia del responsable de los servicios de inteligencia en la Comisión de Secretos Oficiales, a puerta cerrada, puede esperar hasta bien entrado el mes de septiembre, en el próximo periodo de sesiones. Entiende que el responsable del CNI puede dar una rueda de prensa sobre el asunto, pero no ofrecer explicaciones a puerta cerrada a los grupos parlamentarios.

O sea, que el caso Flórez, recién iniciado, ya es parte de la bronca política entre PSOE y PP, entre otras cosas por la falta de explicaciones del Gobierno y su extraña actuación. Esa comparecencia seguirá el mismo ritmo dilatorio que otras del actual responsable del CNI, Alberto Saiz, que desde hace dos años no acude al Congreso, en contra de lo que exige la ley reguladora de los servicios secretos.

Ese incumplimiento tiene especialmente molestos a los portavoces de Izquierda Unida, que llevan dos años queriendo escuchar una versión de los vuelos de la CIA. La última vez que fue a esa Comisión, en junio de 2005, se limitó a decir que sólo conocía lo publicado en los periódicos.

El portavoz socialista, Diego López Garrido, aseguró ayer que esa comparecencia no es urgente, porque el caso está en manos de los tribunales y porque «no hay amenaza para la seguridad».

La petición de comparecencia de Saiz en la Comisión de Secretos fue formalizada ayer por el PP, con la pretensión de que se produzca de forma urgente, a ser posible la próxima semana.

Los partidos sólo conocen la versión pública aportada anteayer por el director del CNI en su inaudita rueda de prensa, y algunos no ocultan que no salen de su asombro y que esperan esa explicación.

Especialmente, el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, que lo considera un «hecho insólito», por el fondo del caso y por la forma en la que el Gobierno lo dio a conocer.

Según la versión del PP, Roberto Flórez fue invitado a abandonar el CNI en febrero de 2004, cuando Federico Trillo era ministro, porque se detectaron movimientos sospechosos en sus cuentas, pero se optó por una solución discreta del caso..

Extraño procedimiento.

Considera el principal partido de la oposición que no parece haber tanto un interés por atacar ahora al Gobierno del PP como un movimiento para ocultar algo extraño por parte del actual Ejecutivo. Según esta versión, el golpe de efecto del CNI sería sólo una «cortina de humo del Gobierno».

No entiende el PP ni siquiera los detalles más mínimos como que la denuncia del fiscal se presentara en un juzgado de Tenerife y no en Madrid, donde está la sede del CNI.Obviamente, el Gobierno guardó ayer silencio y sólo se escuchó la versión pública de López Garrido sobre la comparecencia parlamentaria. Fuentes oficiosas de La Moncloa aseguran que no se da el nombre de Rusia para no enturbiar las relaciones con ese país.

No obstante, nada impedirá ya que la investigación judicial avance, se levante el secreto del sumario y en la vista oral declaren el ex agente presuntamente traidor y se citen nombres de los rusos que supuestamente le compraron los secretos. También tendrá que determinarse qué información sensible vendió a Rusia el presunto traidor.

El PP por sí sólo no puede forzar la comparecencia inmediata del director del CNI. Por eso, el Grupo Popular incluyó ayer la petición de que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, vaya cuanto antes a la Diputación Permanente para explicar las repercusiones en las relaciones con Rusia.

Esa petición sí logra que la semana que viene, previsiblemente el miércoles, se celebre una reunión de esa Diputación Permanente en la que habrá un debate político entre los portavoces sobre el caso. Es seguro que el Grupo Socialista se opondrá a la comparecencia de Moratinos, pero ese día se escuchará el primer debate político sobre el caso aunque sin presencia ni explicación por parte del Gobierno.

Ayer, la cancillería rusa informó desde Moscú que Moratinos había mantenido una conversación telefónica con el jefe de su diplomacia, Serguei Lavrov. En la nota no se menciona el caso del doble agente; se limita a señalar que el ministro español ha confirmado la visita que Zapatero tiene previsto realizar a Rusia a finales de septiembre para reforzar la «excelente» relación bilateral y la «plena sintonía» que existe entre los dos gobiernos..

Escándalos con el PSOE.En opinión de Zaplana, el director del CNI no debería poner excusa alguna para no acudir al Parlamento. «Si tanta prisa tiene en dar una rueda de prensa de forma insólita, pues no tiene por qué tener ningún inconveniente en venir a la Comisión de Secretos Oficiales a contar la información que ha facilitado a la opinión pública y a los medios de comunicación a los representantes de la soberanía nacional», dijo el portavoz del PP quien añadió que «el CNI siempre está rodeado del escándalo cuando gobierna el PSOE».

Luego, López Garrido le recordó que los hechos que se investigan tuvieron lugar entre 2001 y 2004, bajo el Gobierno de José María Aznar.

APOYO#EL CONTROL PARLAMENTARIO DE LOS SERVICIOS SECRETOSLey 11/2002 reguladora del Centro Nacional de InteligenciaArtículo 2.2.: «Sin perjuicio de la protección de sus actividades, la actuación del Centro Nacional de Inteligencia será sometida a control parlamentario y judicial en los términos que esta Ley y la Ley Orgánica reguladora del control judicial previo del Centro Nacional de Inteligencia determinan».

Artículo 11.1.: «El Centro Nacional de Inteligencia someterá al conocimiento del Congreso de los Diputados, en la forma prevista por su reglamento, a través de la Comisión que controla los créditos destinados a gastos reservados, presidida por el presidente de la Cámara, la información apropiada sobre su funcionamiento y actividades. El contenido de dichas sesiones y sus deliberaciones será secreto».

Artículo 11.4.: «La Comisión a que se refiere este artículo conocerá de los objetivos de inteligencia establecidos anualmente por el Gobierno y del informe que, también con carácter anual, elaborará el Director del Centro Nacional de Inteligencia de evaluación de actividades, situación y grado de cumplimiento de los objetivos señalados para el periodo anterior».